
Nuestro compañero Adrián Gómez analiza el nuevo lanzamiento que marca la actualidad cinematográfica One to One, un rockumental de Kevin McDonald
Desde Nueva York para el mundo. Corre 1971 y América está que arde. Vietnam, el Watergate, Attica, Abe Waberman rebuscando en la basura de Bob Dylan. John Sinclair preso por fumar un par de porros, Alleng Gingsberg y David Peele apostando por la contracultura. Jerry Rubin y Abbie Hoffman por el comunismo y el hippismo, respectivamente… y en medio de todo ello, desde su habitación, cambiando em marco de la chimenea por una televisión, John y Yoko son testigos.
Desde la creación del tupperweare, hasta el atraco de John Wojtowicz y su particular tarde de perros, Más que un rockumental (que también) Kevin McDonald (El último Rey de Escocia, La Sombra del poder, La Legión del Águila), autor de otros cómo Being Mick (2001) o Marley (2012) propone una radiografía de una época convulsa, donde aún se tenía la esperanza de que la música rock podía cambiar las cosas. Contextualiza socio-históricamente los hechos presentados, mediante llamadas telefónicas y material casero audiovisual (mucho inédito), para situarnos en el Madison Square Garden.
Poder para el pueblo, cazando moscas y disparando con guitarra (Instant Karma, Cold Turkey, Come Together), desnudando con desgarro, los traumáticos orígenes del Liverpooliano (Mother), desahogando su impotencia por la desaparición de su hija, la japonesa (Dont worry kyoko) y velando por las necesidades de un centro de niños necesitados de mejores condiciones de vida (Imagine).
Todo desde el Madison Square Garden, con Nixon en la picota y Allen Klein en la retaguardia (que ya sabemos cómo se las gastó con los Stones….y con los Beatles). El final, con un Give Peace A Chance coral y eléctrico,y con Gingsberg, Stevie Wonder y los Sha,Na, Na ,entre otros, captura un momento irrepetible, dónde aún se tenía la sensación de que se podían cambiar las cosas con la música.
La politización y militancia de rockeros sigue vigente (ahí estan Springsteen, Neil Young o Roger Waters), pero a otra escala y con otro panorama (ahora tenemos a Trump). Retrato pues, de una época revolucionaria en lo social, musical, cultural y contracultural, que no volverá..y que ya es historia.
» Cuando todos brillamos…como el sol, la luna o las estrellas»
Foto: promocional del documental