
Tras comprobarlo en directo durante conciertos de su gira como los de Madrid y Jaén, el embrujo de las nuevas canciones de María Guadaña continúa, esta vez en YouTube. Concebido como un repaso a su discografía, incluyendo el último LP «Hermana Bruja» pero también trabajos anteriores como «Latidos y Culebras» y «Remedios Paganos», María Guadaña cautiva en la serie “Los acústicos de Extra Jaén”
Hermana Bruja es un trabajo cocinado en caldero mágico y a muy baja temperatura, como los buenos guisos. El nuevo viaje sonoro de María Guadaña, editado el pasado 25 de abril, funciona a la perfección en disco, pero se crece especialmente en directo. Así lo ha podido comprobar el público en presentaciones de la gira como las de Moby Dick Club de Madrid o el Centro Cultural Baños Árabes de Jaén, durante una noche mágica en la que además se colgó el cartel de «no hay entradas».
Hay opciones, sin embargo, para quienes no pudieran asistir a estas citas. Como en un formato íntimo de batería, teclado y voz donde las letras cobran un mayor protagonismo. Así suena María Guadaña en «Los acústicos de Extra Jaén», propuesta que cuenta con la colaboración del Patronato de Cultura del Ayuntamiento de Jaén. En el tercer concierto de la serie, con sonido y realización excelsos gracias a Bernardo Vidal y Ramón Guirado, María Guadaña repasa toda la discografía, incluyendo temas por supuesto de su último larga duración, «Hermana Bruja», pero también del LP «Latidos y culebras» o el EP «Remedios paganos».
El aquelarre de «Hermana Bruja» se fue gestando poco a poco. A lo largo de meses María Guadaña había ido afilando los surcos de su nuevo trabajo discográfico con sencillos tan punzantes como «Mi cuello», entre la sensualidad de Peggy Lee y la embriaguez de The Doors; «Amor», una balada cruda y romántica con ecos de Lhasa de Sela, Laura Marling o Fink; la festiva «Bruja», con la colaboración de la gallega Lidia India; o la emocionante «Nana huracanada», delicatessen que contaba con otros dos ilustres invitados, Kike Ganso y Jose Róguez. Por fin, el pasado 25 de abril se desplegó «Hermana Bruja» ante nuestros ojos (y oídos).
Ya hemos podido saborear con calma este festín sonoro en plataformas –o con su deliciosa edición de lujo en vinilo– que ha cocinado María Guadaña en el caldero mágico de «Hermana Bruja». Un álbum que hechiza desde sus primeros compases, los de esa máquina de escribir que guía el ritmo de «Leído». Y que discurre luego por caminos serpenteantes de lo más dispar: de la mordiente «Perra» con unos Afiladores –Rober García, Pablo Sanpa, Chavi Ontoria y Javier Geras– en estado de gracia a la solemne «Se-pulcra», quizás la composición más oscura del LP; de la contagiosamente cool «Consentido», con un Pájaro sublime a las cuerdas, a la fascinante y arrebatadamente decadente «Requiem», que toma en el legendario himno Dies Irae su razón de ser. Resulta también digno de bruja que, pese a la disparidad de temas y géneros, la poción final suene tan coherente, sin diferencias estridentes, toda una.
María Guadaña ha hilado un vestido para el aquelarre de manera magistral, a puntadas diestras, y sin que se noten las costuras, bajo la producción siempre atenta de Chavi Ontoria (Los Saxos del Averno, Freedonia) y la mezcla infalible de Paco Lamato (Estudio Happy Place). Y luego, más allá de la música, está el mensaje. «Hermana Bruja», como su propio título indica, es un grito tan revisionista como necesario, todo un canto a la sororidad.
Con unas letras que nos hablan de tú a tú de temas universales –la vida, la muerte, la sexualidad, el amor, el deseo… – pero que se vuelven tan cercanos, tan íntimos, tan personales, por el poder de seducción de la palabra. «Mi deseo con ‘Hermana Bruja’ es devolver a bruja las connotaciones de conocedora, liberada, conectada», confiesa una María Guadaña más reivindicativa que nunca. «Todas esas mujeres a las que valoras, que tienes cerca, todas esas válidas, son brujas, y quiero que bruja sea un piropo, que deje de negativizar valores que, en los hombres eran maravillosos y, en nosotras, negativos hasta sentenciarnos a muerte. Si antes decían de nuestros conciertos que eran aquelarres, pues mira, ahora con todas mis Hermanas Brujas».
Foto: promocional