
Con La verema, su quinto álbum, Biel Martí firma el trabajo más contundente y maduro de su trayectoria. Acompañado por una banda completa, el cantautor se adentra en un sonido más cercano al rock americano —recordando a Tom Petty o Jason Isbell— y se aleja, con naturalidad, del folk que había marcado sus inicios.
Este cambio de piel responde también a unas letras más profundas y reflexivas, donde la soledad, la adicción, la redención, el agradecimiento y, sobre todo, la muerte, se convierten en ejes centrales. Pero ‘La verema’ no es un disco pesimista: es una obra que afronta la crudeza de la vida con lucidez y esperanza, buscando sentido al paso del tiempo y a sus contrastes.
En sus trece temas, Biel Martí alterna la fuerza de las guitarras eléctricas y la riqueza de los violines de Clàudia García-Albea con momentos de absoluta delicadeza en baladas como ‘El quadern’ o ‘Les sis lletres del teu nom’.
La producción de confianza de David García y la complicidad de músicos habituales como Andreu Moreno (batería) conviven con colaboraciones que aportan nuevas texturas: Andrea Puig Doria (Ginestà) en ‘Ja és tard’ e Isabel Archs (Ölivias) al piano y sintetizadores en ‘Punyals’.
Con este disco, Biel Martí hace su propia vendimia artística y firma una obra seria, sólida y profundamente vitalista. Un trabajo que no busca hacer bailar, sino que te detengas y escuches, invitando a celebrar la vida también desde la calma, la consciencia y el agradecimiento.
Foto: Caro Capilla