The Great Dislike no es tal, es la apertura del brillante recital de PleistoZen el pasado viernes 28 de noviembre en el Búho Club Bar. Por cortesía de Tacoronte Acentejo, asistimos a una descarga de rock progresivo y tintes psicodélicos, perfecto maridaje con la copa de vino.
PleistoZen dispone de un cuarteto poderoso con ex miembros de Las Ratas, defienden un cancionero propio, y la segunda en caer es Olive Bones (I), como si el Domino de los primeros Genesis se tratara, ésta es sin embargo solo la primera rodaja.
Ecos de Jetrho Tull y Black Sabbath, que cristalizan en The Headless Horsmen, esta gente sabe lo que se hace. Las guitarras de los dos Pablos trazan puentes hasta el infinito, metáfora fácil quizá, pero que demuestran con la muy Byrds The Sun not the Son, resonancias orientales que recuerdan (vagamente) a Traffic, en una atmósfera envolvente muy difícil de lograr en un local cómo en el que nos encontramos.
I Sink y Judith nos mantienen flotando. Syd Barret sonreiría, y Robert Fripp guiñaría el ojo en Pilgrim, sin ser netamente Crimsoniana, hay reminiscencias, pero con voz propia.
Llega la segunda parte de Olive Bones, cerrando el show. Y se acaba el viaje. O casi. In Dubio da lo mejor de despedida, con Isaac y Boris como perfecta base rítmica. Se agradece el set list (nada de concesiones «tributarias») con perfectos desarrollos instrumentales, que demuestran unas tablas que ya quisieran muchos que van de virtuosos. Esperamos más como esta estupenda velada en el Búho Club Bar y pronto.
Foto y texto: Adrián Gómez





