Noticia servida por: Notimex y EFE El Universal onlineLa Habana, CubaJueves 23 de marzo de 2006El músico cubano Pío Leyva, miembro del proyecto Buena Vista Social Club, fue despedido hoy con un funeral íntimo en el cementerio Colón de La Habana, al que acudieron algo más de cincuenta familiares y amigos. El intérprete de la popular guaracha «Francisco Guayabal», de 88 años de edad, murió esta madrugada víctima de un infarto cerebral, informó el Instituto Cubano de la Música.
Músicos y otros artistas que asistieron a su velatorio destacaron la trayectoria de Leyva y cómo su nombre estuvo asociado a la época de oro de la guaracha y el son, junto a glorias de Cuba como el «sonero mayor» Benny Moré.
El director de la orquesta Los Van Van, Juan Formell, dijo a periodistas que Leyva «era uno de los grandes nombres de la década de 1950. Era muy completo, pues componía, arreglaba y cantaba». «Sin tener un potencial de voz poseía un timbre sonero característico que se podía identificar entre miles de tonos», manifestó.
El llamado Chévere de la Salsa, Isaac Delgado, comentó que «Pío era una de las grandes personalidades de la música cubana en cuanto a autoctonía y su sentido de la musicalidad siempre será recordado». «Fue un músico longevo, que le tocó vivir y sobrevivir a una pléyade de estrellas con las cuales trabajó mano a mano desde la época de Benny Moré», acotó al señalar que con su fallecimiento perdió a «un amigo y un mentor».
Su hija y representante Rosalía Leyva afirmó que su padre fue «una gloria de la música cubana y del mundo… Como persona no tengo palabras para describirlo». Conocido como el Montunero de Cuba, uno de los más importantes en la historia musical cubana de la segunda mitad del siglo XX, murió la víspera de que integrantes del Buena Vista Social Club viajaran a México para una presentación en el Auditorio Nacional. Los cantantes Omara Portuondo, Juan de Marcos González, Eliades Ochoa, Barbarito Torres, Manuel El Guajiro Mirabal, Manuel Galván y Amadito Valdés integran este reencuentro de ese proyecto surgido hace 10 años con el público mexicano.
Al igual que los anteriores, Leyva tomó un segundo aire a raíz del disco impulsado por el estadunidense Ry Cooder y Juan de Marcos González, que después inmortalizó el documental del alemán Wim Wenders.
Pío Leyva nació en 1917 en Morón, Camagüey, al oriente de Cuba, se inició como bongosero de la orquesta Siboney de su tierra natal y luego cantó en tríos y en otras agrupaciones de música popular. Comenzó como cantante en 1932 con la orquesta de Juanito Blez, a quien, según sus propias palabras, debía los conocimientos musicales que logró. Desde entonces, vivió una carrera musical sin pausas ni descanso. En 1953 grabó sus primeros temas musicales en La Habana para el sello Panart, con el también ya fallecido Francisco Repilado (Compay Segundo). En 1957 decidió trasladarse en forma definitiva a La Habana, donde le tocó competir con los mejores de aquel momento, entre ellos Benny Moré, Mariano Mercerón, Compay Segundo y Roberto Faz. Participó con varios cantantes para una grabación de la RCA Victor y resultó el escogido, lo cual marcó en forma definitiva su carrera. A partir de allí su presencia en la escena musical cubana fue continua.
Entre las orquestas en que trabajó figuran la Riverside, los Ases del Ritmo, Fajardo y Sus Estrellas, Los Raqueteros del Swing, Mariano Mercerón, el grupo de Merceditas Valdés. También en la orquesta de Juan Pablo Torres, su propio Trío Leyva, Las Estrellas de Areíto y en fecha más reciente con los Afro Cuban All Stars. Sus viejos amigos y el público lo recuerdan como un cantante de gran soltura e improvisación, con un manejo envidiable del verso y la décima.