Foto: Lourdes Delgado. Este jueves 16 de junio, 21.oo horas, desde Nueva York, tres destacadísimas personalidades de primer nivel mundial en el jazz actual, tres músicos indispensables para describir el nuevo jazz, llegan a Bogui Jazz dentro de su gira europea para brindarnos el que será, sin dudas, uno de los conciertos del año en Madrid: Fly Trio.
- Mark Turner, saxo tenor
- Larry Grenadier, contrabajo
- Jeff Ballard, batería.
Tres destacadísimas personalidades de primer nivel mundial en el jazz actual llegan a Bogui Jazz dentro de su gira europea que les lleva por países como Holanda, Austria, Alemania, Reino Unido, Francia o Polonia, en el que será, sin duda, uno de los conciertos de jazz del año en Madrid.
En la era de los instrumentistas individuales “estrella”, la idea de un trío verdaderamente colectivo puede ser un concepto difícil de comprender. Sin embargo, el carácter colectivo es en lo que se esfuerza el trío Fly; y colectividad es lo que tan claramente logran.
Jeff Ballard, Larry Grenadier y Mark Turner representan tres personalidades musicales bastante distintas -simultáneamente complementarias y en contraste- que han creado una unidad cohesiva que expresa cada parte, mientras crean de un conjunto compacto. En otras palabras, se complementan en grupo, sin sacrificar lo individual.
“Fly está uniendo progresivamente muchos elementos musicales, tradiciones, historias y misterios”, dice Turner. “La multiplicidad se presenta bajo un rol sin pretensiones. Es decir, estamos trabajando para decirlo todo sin decir todo, expresar la complejidad mediante la simplicidad. Musicalmente hablando, estamos creando canciones que se pueden escuchar en una serie de niveles y desde una diversidad de puntos de vista”.
Aunque el batería Jeff Ballard, el bajista Larry Grenadier y el saxofonista Mark Turner han trazado de forma individual muy distintas y altamente exitosas carreras -han estado presentes, individualmente o en conjunto, en actuaciones y grabaciones de Chick Corea, Joshua Redman, Brad Mehldau, Kurt Rosenwinkel, Pat Metheny, Charles Lloyd, por nombrar sólo algunos- la formación del trío parece, echando la vista atrás, casi inevitable. FLY tenía que suceder.
El trío puede, en verdad, remontar sus orígenes a los años de adolescencia de Grenadier y de Ballard en el norte de California. Los dos aprendieron música juntos y tocaron a menudo juntos antes de que ambos emigraran a la Costa Este en 1990. Fue allí donde los dos se reunieron con Turner y pronto comenzaron a mantenerse muy unidos, desde el principio, tanto personal como profesionalmente. Sin embargo, no fue hasta varios años después cuando “oficialmente” se unieron para formar un trío. La ocasión fue un proyecto de grabación de Chick Corea llamado “Originations”, un disco colectivo donde cada miembro de la banda Origins contribuyó con sus propias composiciones.
“Yo había estado haciendo tantos conciertos con grupos completos, que quería hacer uno a trío”, dice Ballard. “Así que le pregunté a Larry y Mark si tocarían una de las primeras canciones que escribí, “Child’s Play”. La química, sin duda, estaba allí, por lo que decidieron experimentar más con el formato de trío, organizar algunos conciertos aquí y allá en la ciudad de Nueva York y, después, una gira más extensa por Italia. A los tres les gustó lo que escucharon; su conexión dentro y fuera del escenario era evidente y, como resultado, FLY nació.
“Jeff y yo habíamos estado tan involucrados en la música de otras personas durante tanto tiempo que era prioritario para nosotros tratar de salir y hacer nuestro propio proyecto”, dice Grenadier. “Después de hacer algunos conciertos en vivo juntos como trío, el momento era el adecuado. Podríamos desarrollar nuestro propio material en vez de tocar con la personalidad de otros. No hay nada malo en ello, pero queríamos la oportunidad de dar forma a nuestras propias visiones y llegar a algo especial que realmente representase nuestra propia personalidad.”
A pesar de que cada músico viene con sus propias ideas y composiciones, el proceso y el resultado final es a menudo muy colaborativo. La creación de “Fly Mr. Freakjar” es un ejemplo de ello. Aunque originalmente está escrita por Ballard, la melodía pasó por muchas permutaciones antes de llegar a su estado final. Ballard presentó la composición básica, y él y Turner comenzaron a trabajar en ello. “Tenía el comienzo de una melodía, pero estaba atascado. Mark estaba en casa un día. Nos sentamos al piano, y me ayudó a dar forma a la melodía, ofreciendo diferentes notas de bajo y melodía, básicamente me liberó de aferrarme a lo que había escrito. Eso abrió un mundo de posibilidades”.
Una vez que la pareja terminó, Ballard tomó la pieza y le escribió la sección intermedia, y luego se la pasó a Grenadier, que a su vez añadió una tercera parte: una serie de líneas de bajo basadas en las armonías de la parte del comienzo de la canción. Turner le puso los toques finales mediante la adición de melodías a esas líneas de bajo. Si escuchas con atención, se puede oír en las melodías impresiones de otras melodías del repertorio de la banda.
“Fly Mr. Freakjar” es una muestra de cómo interactúa el trío. En lugar de los solos de todos contra todos del bop, los tres responden colectivamente a la composición, dando la misma voz a cada miembro en el proceso. “A veces es el saxofón el que lleva la melodía”, dice Turner. “Otras veces es el bajo o la batería. La mayoría de los tríos con un instrumento de viento giran en torno a este instrumento y a menudo prevalece sobre las propias composiciones. Queríamos evitar eso. Queríamos hacer sonar más grande a la banda, por lo que extendemos las funciones principales de los tres”. Y añade: “Además, eso es justo la forma en que nos relacionamos unos con otros cuando tocamos”.
¿Y en cuanto al nombre de la banda? Turner dice que se ajusta perfectamente, especialmente a la luz de la pieza “Fly Mr. Freakjar”. Él señala: “Al principio íbamos a llamar al grupo con nuestros propios nombres, pero todos queríamos algo más corto. Así que, ¿por qué no FLY? Sonaba bien y puede tener muchos significados. Lo primero que pensé fue en esa frase callejera, “that’s fly”, que significa “está bien”. Luego está el significado de volar, como alzarse en las alturas. Así es nuestra música. Lo mismo pasa con el insecto, “mosca”, que se mueve y golpea. Hay muchas definiciones unidas a la palabra “fly” que se ajustan nosotros”.
FLY es un trío de trabajo en todos los sentidos de la palabra. Y el primer resultado tangible de su experimentación musical fue la de su homónimo álbum debut de 2004. Una grabación que solidificó su visión, así como les impulsó -después de su finalización- a llevar sus ideas aún más allá en las actuaciones en directo. La grabación, que apareció en las listas de lo mejor del año y obtuvo gran éxito de crítica, les dio la oportunidad de girar constantemente y, además, afinar su oficio musical.
Con un profundo amor por la historia del jazz, Fly fomenta un enfoque integral a la música. Fly continúa desarrollando sus técnicas de composición mediante la exploración de formas de ampliar la paleta tonal; jugando con las posibilidades de la forma y dos voces (melodía y bajo continuo).
O, como lo expresa tan claramente Ballard, “Todo el mundo abraza la música del otro. Todos ofrecemos nuestros inputs. Ofrecemos la música y cada uno de nosotros es libre de tomar lo que quiera. Queremos crear música que sea básica, cruda e inmediata”.
Una concentración, una reducción, una celebración de los elementos puros; este trío toca el tipo más profundo de jazz moderno con una especie de trazado esquelético, la eliminación de todo el espesor de la armonía y llevándolo a dos voces y ritmo. ¿Has escuchado música como esta antes?
OTROS DATOS DE INTERÉS:
Entrada Anticipada: 12€
Entrada En Taquilla: 15€