Foto: Promocional. El ciclo ‘Clásicos del jazz’ sigue su curso con un merecido tributo al saxofonista Hank Mobley y a su inmortal trabajo Soul Station (Blue Note Records, 1960). La cita será el próximo viernes 11 de noviembre, a las 21: 30 horas en el Club Metropole de Las Palmas de Gran Canaria. El concierto está organizado por Smoke, Jazz & Drinks Producciones y es el segundo de la temporada.
Las entradas están a la venta a partir del pasado lunes en las siguientes direcciones: El Bosque de Raquel (Plaza de la Feria 19), La Coqueta (Cano 30) Musical Las Palmas (Paseo Cayetano De Lugo 26), Café & Más (Alfredo L. Jones 8) y en el mismo Club Natación Metropole.
Según la organización:
Pertenecer a la misma generación de Coltrane y Rollins y tocar el mismo instrumento (saxo tenor) debe ser como para cualquier gran futbolista de nuestro tiempo haber coincidido con Messi y Ronaldo. Después siempre estará el gusto personal de cada individuo, pero sin ninguna duda los nombrados alcanzan la «fama» o el reconocimiento con menos esfuerzo.
Sin embargo Mobley, quien nos ocupa, tiene un buen número de discos muy reconocidos, entre ellos «Soul Station». Creemos no equivocarnos, si lo situamos entre uno de los 100 más vendidos del género. Tampoco podemos olvidar que Mobley formó parte de uno de los quintetos de transición del señor Miles, y también perteneció a los Messengers de Blakey.
Soul Station está repleto de grandes canciones que iremos publicando en los próximos días y que tendremos la gran y exclusiva oportunidad de disfrutar en directo el viernes 11 de Noviembre en el Club Natación Metropole, interpretado por estos fantásticos músicos:
Claudio Marrero – saxo tenor.
Tomás Fosch – piano.
Carlos Meneses – contrabajo.
Ancor Miranda – batería.
En el disco original, Hank Mobley compartía protagonismo con un cuarteto de lujo formado por Winton Kelly, al piano, Art Blakey, a la batería y al contrabajo Paul Chambers. Este ciclo de reconocimientos a grandes discos del estilo, tiene como objetivo poner en valor a los músicos canarios, tocando sus partituras favoritas, sin más corset que el arte y el amor a la música.