Foto: Promocional. La dura localidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, vio nacer a uno de los trompetistas y músicos más carismáticos del S. XX. Fue un 21 de octubre de 1917, se cumple por tanto 100 años del nacimiento de Dizzy Gillespie.
Gillespie, está considerado, probablemente junto a Charlie Parker como uno de los padres y figuras más seminales e importantes del género be bop. Un experimentador y explorador del ritmo incansable que hizo incluso una importante incursión dentro de la música del jazz afrocubano con Maestros de la talla de Chano Pozo.
Sus composiciones junto con Parker como Anthropology o A night in Tunisia, Manteca, Groovin’ High o Salt Peanuts fueron clave, vitales y fundamentales. Con el tiempo se fueron convirtiendo en estándares aplicables a otros modos y temario obligado en cualquier tipo de escuela musical.
En sus primeros años trabajó con las big bands de Cab Calloway y Earl Fatha Hines y de 1945 en adelante se volcaría con la evolución del bebop con el saxo Charlie Parker. Después de que coincidieran estos dos astros en Kansas City, la Historia de la música daría un salto trascendental. Tanto es así, que influyó no sólo a lo que genéricamente se conoce por jazz, música rica en improvisación sino también a otros estilos.
Reconocido de manera visual por su particular manera de que se le hincharan los mofletes al atacar la nota, Dizzy Gillespie era famoso también por el empleo de una trompeta curva. Muchos apuntan a una anécdota que quizás no es cierta. Pero fue contada por él mismo en el documental ‘A night in havana’, en el transcurso de uno de sus famosos viajes a la isla de Cuba.
Se cuenta que Gillespie estaba tocando notas altas al lado de la mesa de un conocido mafioso en un club de Chicago, y que después de recibir ciertas amenazas por la sonoridad excesiva de su arte, el hombre se levantó y le dobló la campana de su trompeta. Al gustarle el sonido, se quedó con ese estilo para siempre.
Según el portal wikipedia,
A partir de mediados de la década de 1950, Gillespie comenzó a usar trompetas fabricadas especialmente para él con la campana saliendo a 45′ del cuerpo del instrumento. En 1986, donó una de ellas, una Silver Flair de la marca King, al National Museum of American History.
Lo cierto, es que Dizzy Gillespie ha marcado a generaciones y generaciones de músicos. Más allá de trompetistas, más allá de artistas como Arturo Sandoval y su cubanía, Gillespie sigue siendo el trompetista , con permiso de Miles Davis.
Hay que recordar que Dizzy Gillespie murió New Jersey, el 6 de enero de 1993.