Foto: Promocional. La pregunta sería si el Womad sigue mereciendo la pena. Aquel festival, que como su nombre indica (festival de músicas y danzas del mundo), que además promocionaba el sello musical de Peter Gabriel, era eso precisamente. Con una importante impronta hasta pedagógica con talleres impresionantes donde podías ser interactivo pero no virtualmente. Era absolutamente del mundo porque veías muestras musicales de todo continente.
Estilos de lo más variados: desde bandas acústicas con instrumentos de lo más peculiares, recuerdo un africano haciendo maravillas sólo con un tubo, hasta hiperelectrónicos. Unos años hasta teatro callejero, circense. Películas de otros womads de otras partes del mundo, como el de Nueva Zelanda en un parque botánico. Festival en que igual veías a la famosa banda del ruido (perdón, del » noise») Sonic Youth, a Van Morrison. A Joe Strummer de los Clash o Alí Farka Toure ya leyendas fallecidas, totalmente gratis. O al gran batería Billy Cobham protagonizando y dirigiendo el festival, o haciendo un taller increíble. Corey Harris, bluesman y también intérprete de reggae fabuloso que más tarde presentó una peli sobre blues de nada menos que Martin Scorssese, sentado por allí después de su concierto y taller donde explicaba todas las variantes del blues. Música balcánica, Klezmer donde conocí a Brave new World o a Kroke de ese estilo. Bandas de Irán, Siria, Madagascar, China, Australia o Mongolia que sin salir de sus músicas tradicionales maravillosas eran capaces de sorprender con nuevas apuestas musicales. Y tantos y tantos.
Y aunque con el tiempo y los recortes presupuestarios se quedara en un festival de música africana con añadidos pop para gustar a más público, podían verse por ejemplo todavía a eminencias como el hijo del inventor del afrobeat nigeriano, Fela Kuti. Al saxofonista y cantante Femi Kuti, y otras eminencias de la música de ese continente tan variadas en estilos y extensas como el propio continente. Y después de seis años fuera de Las Palmas, regresa con bajísimo presupuesto, pero al menos dos días, ya que el último en Las Palmas también con muy bajo presupuesto, sólo duró un día.
Con varios por medio en Corralejo, Fuerteventura, que me perdí, que por lo que cuentan estuvieron mejores que este último. A lo sumo con unas pocas bandas realmente complicadas de ver en otros conciertos por acá que fueron desde mi punto de vista estas: Horace Andy, que es toda una leyenda del Reggae, conocido por nuevas generaciones por la banda Massive Attack, pero que ya no tiene aquella voz aguda aterciopelada y que tocó con mucha prisa. Bombino de Niger que para mi fue lo mejor por todo. Por su relación con el público, su frescura y su estilo por momentos roquero tuareg y otros estilos africanos. La Orkesta Mendoza, con una mezcla de músicas muy movidas estilo Tex-mex. Muy aconsejable para el bailoteo pero de calidad musical.
Miroca Paris en la onda suave y melodiosa de Cabo Verde popularizada internacionalmente por la gran Cesaria Évora ya fallecida que estuvo en el primer Womad de las Palmas. Y Hindi Zahra, que no dejando de de ser pop, también tenía calidad, buenos músicos, y a veces ciertos tonos arabescos interesantes. Aunque para mis gustos abusa demasiado de su voz de maullidos felinos.
Una gran decepción fue la del Niño de Elche. Buena música, buenas letras, canta bien pero… demasiado tiempo haciendo sonidos vocálicos pasados por el sintetizador que no sólo sobraban y fastidiaron su concierto, sino que además eran molestos. Los cubanos “La Dame Blanche”, realmente es lo que su nombre indica: la dama vestida de blanco que eclipsa con su presencia todo lo demás, que no es mucho. Canta bien pero en una onda rap casi habla. Toca la flauta travesera y sabe moverse en el escenario. Pero uno no distingue la primera canción de la siguiente, y de la última. El argot que utiliza no creo sea comprensible para la mayoría. Y parece todo el rato por sus ademanes que anda enfadada con el mundo. Ahora si te gusta el Rap te gustará porque aporta muchas más cosas.
A mi es que no me gusta el rap porque me aburre. Así que tampoco me gustó Profecia Crew que era eso, dos raperos. Beatin Heart de Reino Unido, un DJ y una chica bailando que se suponía tenía algo de africano. The Brand New Heavis finalizaron los conciertos. Son muy buenos en su estilo pero a mi no me gusta su estilo que por lo visto inspiró a Incognito y a Jamiroquai que tampoco me gustan. El resto bandas las puedes ver en cualquier momento por aquí. Y algunas como 101 Brass Band, hasta se agradece, porque son de las pocas que tienen una banda de vientos estilo Brass de Nuevo Orleans, muy curiosa, variada, y buena. Y si no nombro otras es que estaba en Las Canteras a 100 metros dándome un baño. Pero con todo, merece la pena ir al Womad, por ver el ambiente y participar en él. Reencontrarte con amigos. Ver gente haciendo malabares o tocando en la calle, como una chica que cantaba maravillosamente Wonderful World. Y porque es gratis y ahora los viajitos entre islas están más baratos. Y como dice mi vecino; ¿ qué más quieres… pan y plátano,,,? Aunque esperemos recupere nivel.
A propósito, se hicieron talleres, muy pocos, pero estuve en uno de baile muy bueno y como es lógico participativo. Y se pasaron pelis africanas muy buenas también en el museo Elder de la Ciencia y el Cosmos. Y hubo solito.