El rockero urbano por excelencia, Rosendo Mercado realizó con éxito su concierto en Tenerife el pasado sábado, 1 de diciembre. Pasadas las nueve y media de la noche, el de Carabanchel se presentaba ante un numeroso público en el Pabellón de Deportes de Santa Cruz, Quico Cabrera, con la intención de dar al respetable una admirable dosis de rock and roll duro y sin concesiones. Todo ello en el marco del tour «Mi tiempo, señorías».
Una hora antes había comenzado a calentar la noche el denominado grupo telonero, los locales Ansiolíticos Rock.
Sin tiempo casi ni para presentarse ya estaban en el escenario desgranando una discografía de ensueño un trío que hizo las delicias de todos los que se congregaron en esa esquina cubierta de Santa Cruz. Recinto en el que recordábamos interesantes obras en vivo y que volvían, gracias al concierto de Rosendo, por sus fueros. Poco a poco, se iban cubriendo las esquinas del Pabellón y se puede considerar que la afluencia estuvo a la altura de lo deseable, aunque no estuvo lleno de Rock, puro rock con una fórmula que puede parecer simple pero que lleva encantando a jóvenes y a adultos durante décadas y décadas. Tantas como 4 y algunos años más. Con ese caudal en la cartera, Rosendo Mercado iba repartiendo nuevas y reconocidas canciones a diestro y siniestra, dejándose siempre algún póker en la manga que sacaría al final de la partida.
Hubo momentos especialmente celebrados por los aficionados como cuando interpretó No Dudaría, en evidente homenaje a Antonio Flores. Un tema que el de Carabanchel hace de manera nítida suyo, cambiando ciertas partes de la canción para dotarla de mayor fortaleza.
El concierto transcurría y el sudor empezaba a fluir en la cara del trío que adornaba de música la noche. “Qué calorcito más rico tenéis en Canarias”, decía, algo brabucón, el cantante y guitarrista. Desde luego, el calor se sentía en las gradas. No era posible sentirse impasible ante la calidad del set desarrollado.
Las canciones de corte nuevo también fluyeron de manera deseable como en el caso de Cuando, un tema publicado en el año 2013 en el disco Vergüenza Torera.
La curva final del concierto fue una verdadera joya. No faltó ninguna canción que no hiciera emocionar. Por ejemplo, sonaron de un tirón himnos de la altura de El tren, Flojos de pantalón, Masculino Singular y Pan de higo. “Alguna canción que cantaba antes de alguno de vosotros hubiese nacido”, declaraba el artista como una tierna amenaza justo antes de coronarse como ídolo de la noche.
El trío estaba en su salsa y las luces se apagaban. Salían del escenario Rafa J. Vegas (bajo), Mariano Montero (batería) y por supuesto el maestro Mercado. Habían demostrado su capacidad, la manera de conocerse al dedillo y la estabilidad sónica deseable en una cita de rock. Pero se podría decir que teníamos conciencia de que el concierto no podía finalizar así. Y efectivamente, la banda, después de casi una hora y cuarenta y cinco de espectáculo volvía a la arena a hacer arder las naves. A finiquitar con todas las ganas de más. A apostar por grandes canciones como sello final: Agradecido y Maneras de Vivir…
No sabemos si este será el último directo que podamos ver de Rosendo Mercado en Tenerife o Canarias y si, realmente, su carrera llegará a su fin de verdad con el cierre de este año 2018. Ya sabemos lo eternas que pueden resultar las despedidas rockeras. Lo que está confirmado son 3 fechas en Madrid y Barcelona (2, en el caso de la ciudad del Mediterráneo) que se anuncia como “Concierto de despedida”. Mercado lo dejó caer en el final del concierto, “No sé si nos veremos más por aquí o por la calle de paisano o a lo mejor en la playa”. En todo caso esta retirada sería una pérdida ya que demostró tener cuerda y para rato.
Foto: Promocional (CAQ).
Texto: Héctor Martín