Hay múltiples planteamientos que confluyen en el debut del nuevo proyecto personal de la compositora y saxofonista molletense, Cristina Miguel Martínez. La música posee numerosas facetas y estas son las que he detectado en Rame Project, su segundo trabajo en solitario tras el Ep de su trío titulado “Ámsterdam”.
MÚSICA PARA SER LIBRE
El propio acto de creación es una forma implícita de ser libre en el sentido más amplio e integrador del término. Cristina se presenta ahora con un trabajo que incluye 9 piezas e interludios de composición propia. Toda una osadía propia de personas valientes, que no temen el rechazo y aceptan su destino sin tutelas.
MÚSICA PARA TRASCENDER
Una de las virtudes que subyace tras las creaciones originales de Cristina es que no parece tener la necesidad de rendir cuentas ante nadie o de subsumirse a un género musical concreto. ¿Hay en ello un trasfondo de jazz? ¿Está permeado de una cultura musical clásica? ¿Hay improvisación? Sea como fuere, un gran acierto.
MÚSICA PARA LIDERAR
Aunque ejercer como “sideman” para otros solistas o como componente de una banda enriquece como músico y forja una trayectoria, es liderando un proyecto cuando se produce la maduración de un músico. También cuando denota si se tiene madera de líder y qué clase de líder se es. Cristina tiene talento para ello.
MÚSICA PARA COMPARTIR
Cuando uno escucha “Rame Project” entiende el carácter generoso de Cristina y cómo brinda a los músicos que en él intervienen el espacio necesario para que expresen su creatividad, convirtiendo la grabación, y, por extensión, su puesta en escena en una pintiparada oportunidad para compartir el proceso creativo.
MÚSICA PARA TENDER PUENTES
Nada hay de casual en la elección de la imagen, las palabras o los elementos que conforman un producto cultural que vincula música y pintura, sonidos y alimento espiritual, lo perceptible y aquello que cada oyente le aporta en función de lo que a ella o él le transmite. La música como elemento de conexión entre artes.
MÚSICA PARA DESAFIAR
Si atendemos a nuestras expectativas, estas pueden ser satisfechas o defraudadas. Si, por el contrario, nos disponemos ante Rame Project como un lienzo en blanco aún por rellenar, es entonces cuando este conserva su innato potencial para sorprendernos, erizarnos la piel o emocionarnos. Permítanselo y gocen.
MÚSICA PARA VIAJAR
Cristina no exige a nadie un bagaje previo, un cierto conocimiento para embarcarse en esta aventura con ella como capitana del navío. Basta con dejarse guiar y fiarse de su criterio para disfrutar de una música generosa, plural, respetuosa con los silencios y cautivadora en su conjunto.
MÚSICA PARA FOTOGRAFIAR
¿Qué es un álbum sino la posibilidad de realizar una instantánea del momento en que se encuentra un artista, con su bagaje vivencial, sus aprendizajes y las posibles líneas que apuntalar? Cristina se sirve del disco para plasmar un momento concreto de un proyecto personal que ahora puede (y debe) defender en directo.
MÚSICA PARA EPATAR
Recogiendo declaraciones de la protagonista: “quiero que mi música tenga un impacto en la audiencia que la escucha”. Y es que, hoy por hoy, la música no solo tiene que ser hermosa: debe conseguir conectar y hacer vibra a otros. No dejar a nadie indiferente. Solo de ese modo se cierra el círculo del proceso creativo.
MÚSICA PARA SEGUIR APRENDIENDO
En realidad, Cristina lleva toda una vida consagrada al aprendizaje de su instrumento de expresión, el saxofón. Es alumna desde los 7 años y profesional desde los 18, habiendo ejercido en toda clase de proyectos. Rame Project es quizá un salto al vacío y una muy buena oportunidad de aprender a marchas forzadas.
Jaime Bajo (Más Jazz)
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