Ya está en circulación Sharp jazz que es el nuevo disco de Carlos Meneses. El músico grancanario evoluciona con respecto a sus anteriores publicaciones profesionales y presenta una buena serie de canciones “que se guisa y que se come”, como se suele decir. Enfrascado en la cuarentena que hemos pasado todo se sumergió en este exquisito resultado. Además, Sharp jazz habla de la complitud que tiene Meneses como músico, siendo al mismo tiempo pianista y bajista de esta serie de magníficas ideas.
Además, declara tener una “corazonada” con el formato a dúo. Vamos a disfrutar del jazz más afilado… Sharp jazz, de Carlos Meneses.
– ¿Cómo empezó Carlos Meneses y su inseparable contrabajo en el mundo de la música? ¿Cómo y dónde se formó?
– Carlos Meneses: Fue el propio destino el que cruzó mi camino con el del contrabajo. Yo no sabía bien qué iba a hacer con mi carrera, mientras tanto estudiaba música en general: arreglos, armonía, improvisación, transcribía de todo, estudiaba cualquier instrumento incansablemente, bajo, piano, guitarra, batería, voz, etc… y, un día, me dio por comprarme un contrabajo y ya se me quedó pegado.
– Sharp Jazz es su último “retoño” ¿Qué puede destacar de este lanzamiento? ¿Cómo surgió?
– Carlos Meneses: Surge del parón profesional total derivado del 14 de marzo de 2020. En seguida sentí que era una oportunidad única para reciclarme y mejorar como músico. También quise encontrar el camino para disfrutar por fin de la música, y disminuir mi nivel de exigencia. Con los días, semanas, me vi cerrando los ojos mientras tocaba durante horas el teclado y el contrabajo, como a ciegas. Pasé incontables horas desarrollando una especie de sentido nuevo. Puedo destacar de este disco que es muy sincero. Tiene muchas influencias de mis ídolos que son muchos, pero en el fondo es un testimonio sonoro de un cambio de rumbo muy importante en mi vida.
– Jazz afilado, sin concesiones … ¿Se puede hablar también de jazz straight ahead? ¿Qué diferencia hay entre sus anteriores proyectos con Midi-cables?
– Carlos Meneses: Creo que en el disco se escucha jazz en estado puro, aunque claramente influenciado y fusionado con otras músicas de mi tiempo. Pero, en el fondo, “Sharp Jazz” es un homenaje a Charlie Parker, Bill Evans, Scott LaFaro, Paul Chambers, Miles Davis, John Coltrane, Chick Corea, Robert Glasper, y a discos míticos como “Kind of Blue”, “Sunday at the Village Vanguard”, “A love supreme”, etc., aportando una visión muy centrada en pequeños detalles que aparecen en cada una de estas obras maestras. Lo compuse o simplifiqué todo con esquemas concretos y entendibles. Las melodías y estructuras de los temas son muy claras y básicas. A partir de ahí, exploré nuevas vías, y todo parte del bebop, del clásico, del contemporáneo, del hard bop, jazz de vanguardia también y de lo que se cuece hoy día en N.Y.
El disco también contiene (como antes dije) elementos heredados de mis maestros musicales, grandes músicos con los que me he topado, y otra parte es puramente mía, en cuanto a las decisiones finales sobre interpretación y arreglos. Me dejé llevar mucho, apliqué la exigencia, y, finalmente, me dejé llevar de nuevo por la intuición y los sentidos.
En cuanto a la segunda pregunta, estos temas podrían haberse grabado con mi proyecto de tantos años, los “MidiCables”. Podría haber escrito unas letras y trabajar bien la voz para las melodías, trabajar los loops para crear los solos, etc. Pero ya estoy en momento de mi vida en que necesito que todo el trabajo duro que he invertido y para el que he sacrificado tanto, vaya dando sus frutos. Llevo años tratando de enfocar mi carrera hacia el jazz instrumental, con el contrabajo como instrumento principal.
– Suponemos que haya lanzado esta idea en tiempo de pandemia, ¿Cómo se graba y produce un disco en estas circunstancias tan negativas y particularmente malas?
– Carlos Meneses: las composiciones son de hace tiempo. Piezas inconclusas pero diferenciadas entre sí y con una dirección clara. Eso ya era una ventaja. Luego llegó el momento de decidir la manera de grabar que me proporcionase el mejor resultado posible. En mi caso, sabía que nadie tendría tiempo para un proyecto de estas características normalmente, y menos aún en medio de una situación como la actual. Por lo que tomé las riendas del asunto e intenté hacer una música sincera, y en donde hubiera diálogo entre instrumentos. En cuanto al momento, sí, estamos viviendo un tiempo muy complicado, pero hace tiempo que comprendí que en las circunstancias complicadas de la vida, es necesario actuar rápidamente. Hay mucha gente dispuesta a ayudar en estos tiempos y a mi me han ayudado y enseñado muchas cosas todas y cada una de las personas involucradas en este trabajo.
– Tener un estudio en casa, ayuda…
– Carlos Meneses: Sí. Realmente, es una cabina de estudio muy pequeña, casi agobiante. Cabemos el contrabajo y yo, el atril y poco más. Pero existe el silencio dentro, necesario para captar y poder jugar con el rugido o la delicadeza del contrabajo, las dinámicas, las intenciones… un auténtico lujo tener un espacio así, (aunque pequeño y poco preparado para este fin de grabar discos) pues me permite que el tiempo se haga casi infinito, hay menos presión en cuanto a los plazos y el presupuesto final, el cual, gracias a este factor, se redujo bastante.
– Este álbum es una autoproducción, ¿Qué ayudas se recibe para realizar proyectos de esta calidad?
– Carlos Meneses: Las ayudas se reciben más bien a posteriori. Empiezas a ver cómo la gente te apoya en todo aquello que emprendes, te compran el disco, comparten tus publicaciones, ponen comentarios positivos o cuanto menos constructivos, te preguntan cosas, te piden ayuda, se abren y te cuentan anécdotas personales… Esto para mi es de gran ayuda, porque percibo cómo la gente despierta gracias al impulso de otras personas en tiempos complicados. También quiero recalcar que todxs lxs colaboradores implicados en este disco han aportado infinitamente más de lo que se les ha pedido. Finalmente, decir que la aportación económica ha sido 100% mía. Sigo pensando que me dedico a una profesión muy bonita que te ofrece una vida y una dedicación plenas, pero que no se mueve al mismo ritmo que el mundo en el que vivimos. Hay que saber gestionar bien todo esto.
– En Sharp jazz, “se lo guisa y se lo come usted todo” como se suele decir, ¿Fue extraño descubrirse tocando el piano?
– Carlos Meneses: Sí. Me identifico al 100% con el piano, pero no tengo experiencia profesional más lejos de este disco. Aún así, como siempre digo, los pianistas me educaron musicalmente desde niño. Es como el centro del que parten todos los demás instrumentos, por tanto tiene una gran importancia. Hay que conocerlo y trabajarlo en la dirección de cada uno. No hace falta ser un virtuoso del mismo y da igual el nivel que se tenga. Si la idea está clara, el piano se dejará usar y servirá para ese propósito.
– A ese respecto, ¿Cree que algunas cuerdas más o algunos vientos ajenos (saxos, flautas) hubieran dado mayor complitud al disco?
– Carlos Meneses: Sin duda. “Chamber Trio Opening” e “Icnar Esén´s Song” quedarían brutales a trío y dúo de cuerdas. Se trata de música de cámara. Igualmente, los demás temas están “reducidos” en este disco al formato dúo, pero los papeles de trompeta y tenor están hechos. Durante el proceso de grabación tuve la suerte de poder probarlos en directo a quinteto con vientos, y también a trío, con batería y piano, eventos de los que saqué varias conclusiones. Incluso estuve varias semanas preparando el repertorio para tocar el contrabajo y cantar yo las melodías a la misma vez. Es un repertorio rico en cuanto a que se puede ampliar o reducir sin llegar a perderse el mensaje inicial. Pero después de escuchar atentamente el resultado, tengo una corazonada con el formato a dúo.
– ¿Se plantea Sharp jazz como un proyecto cerrado o se plantea grabar estas ideas más tarde con más personal?
– Carlos Meneses: pensé grabar estos cuatro temas con cuatro invitados diferentes. Cuatro de mis ídolos y amigos. Pero decidí que era más importante primero el difundir mi música tal como fue concebida, y, con el tiempo, quién sabe si será posible rescatarla y grabarla a lo grande. Realmente es un proyecto muy abierto. Las circunstancias actuales también influyeron en este formato tan poco usual para el público, pero que a la vez llama mucho la atención. Igualmente, sigo componiendo para un segundo disco en la misma dirección que “Sharp Jazz”, con el simple objetivo de grabar buenos discos, pasarlo bien con la música y ampliar mi repertorio.
– En She & I, ¿Quién es ella?
– Carlos Meneses: La mujer. La figura femenina en sí y su infinita importancia e influencia en mi vida. Mi abuela. Mi madre. Mi hermana. Mi compañera. Mi amor. Mi hija. Mi amiga. Mi niña linda. Esta canción le gustaba mucho a mi gran amigo Anthony Angenot, gran pianista y compositor.
– Julieta ¿Canta en el final de la canción con su nombre? ¿Es fuente de inspiración para usted?
– Carlos Meneses: Julieta es una gran inspiración vital, sí. Supone para mi una vuelta a la niñez, así como también una responsabilidad nueva y muy alta. Una niña pequeña te llena de vida a diario con su ilusión, y se crea entonces la más bonita conexión que creo que he tenido con otra persona. Al margen de esto, la niña canta muy bien, su voz es muy bonita, intuitiva y natural.
¿Las Palmas de Gran Canaria? contra viento y marea, se está trabajando con algunos ayuntamientos, por medio de espacios como SIT, Miller, Teatro Guiniguada… Pero hacen falta sitios donde tocar, salas y espacios dentro de la ciudad. La gente tiene sed de música, teatro, danza, al margen de la situación actual. El Streaming es una opción, muy buena la verdad, pero costosa y no está al alcance de todos.
– Icnar, J.C… siga descubriéndonos nombres del disco…
– Carlos Meneses: dedicada a mi padre, quien es un excelente pintor, y también una gran inspiración que supone para mi casi todo lo que soy. “One Painting” es la canción unida a esta introducción, y está dedicada a él igualmente. Recuerdo de pequeño verlo pintando cuadros al óleo con la luz del día que entraba por la ventana en verano, el olor de las pinturas, su pasión por lo que hacía. Su conocimiento de los grandes pintores de todas las épocas, sus comentarios sobre los estilos, las diferentes escuelas… Podría haberse dedicado a la pintura sin ningún tipo de problema. Como niño, tener un padre así, tan increíble y diferente, me marcó para siempre.
J.C. Dig It! Es una canción montada sobre un motivo de contrabajo que recuerda “A love supreme”, como bien supo ver mi buen amigo José Víctor González, gran batería y melómano. Está dedicada al gran John Coltrane (J.C.), al que también le gustaba dedicar sus obras.
– Háganos de cicerone en el ambiente musical de Las Palmas de Gran Canaria, donde reside, ¿Qué clase de conciertos y actuaciones están habiendo?
– Carlos Meneses: Contra viento y marea, se está trabajando con algunos ayuntamientos, por medio de espacios como SIT, Miller, Teatro Guiniguada… Pero hacen falta sitios donde tocar, salas y espacios dentro de la ciudad. La gente tiene sed de música, teatro, danza, al margen de la situación actual. El Streaming es una opción, muy buena la verdad, pero costosa y no está al alcance de todos.
– Nombre algún contrabajista que considere como influencia más importante…
– Carlos Meneses: Scott LaFaro. Ha conseguido que mi lenguaje contrabajístico crezca en todas direcciones, gracias a su música. Es el primer contrabajista de todos los que he estudiado que creo que tiene una habilidad y conexión natural con el instrumento. Tocaba muy bien, con una increíble afinación, y desarrolló un virtuosismo muy original; y, a su vez, el contrabajo, aún con sus peculiares características, le iba como anillo al dedo. Supo llevar elementos de otros instrumentos al suyo. Tocó, al igual que Paul Chambers, con los más grandes y originales músicos de su tiempo y tenía una gran facilidad para entender el lenguaje de cualquiera a su alrededor y adaptarse. Usaba el contrabajo siempre para expresarse, pero sin hacerle perder su función principal. Sus líneas y solos son legendarios. Ha sido, después de tantos años estudiando, el primer contrabajista que me ha permitido a través de su música, disfrutar del contrabajo, de pasármelo bien tocándolo. Su estilo es denso pero original, divertido pero inteligente. Todo un genio que ha influido a varias generaciones de contrabajistas, desde los años ´60 hasta hoy día. También siento una conexión más allá de lo musical con él, por su forma de ser, su planteamiento de vida, su nivel de exigencia, porque no paró nunca de formarse y de crecer como persona por medio de la música.
– ¿Cómo se presentaría en directo un disco como Sharp jazz? Sueñe, ¿Qué pianista le gustaría tener a su lado? –asumimos que se haría usted con el contrabajo-
– Carlos Meneses: Es una sorpresa. Lo único que puedo adelantar es que siempre intentaré tocar con aquellos pianistas y músicos en general que siempre hayan sido humildes y constantes en su trabajo, aun pudiendo ser enormes en lo suyo. Que no tengan que demostrarse nada. Busco rodearme de personas que aman la música más allá de las modas y estilos, de las cosas que les ocurren y les haya afectado para bien o para mal. No parece una tarea fácil, pero por suerte conozco a varias personas (algunos son músicos/as, otros son entendidos/as) y tienen ese perfil. A ellos/as estoy eternamente agradecido, pues son quienes mantienen viva la ilusión de quien escribe esto.
– Gracias por su tiempo, felicidades por su disco y si quiere añadir algo a los lectores de Canción a quemarropa ahora es el momento:
– Carlos Meneses: Gracias a usted, Héctor, por darme la oportunidad de relatar y plasmar todo lo que ha supuesto escribir y grabar “Sharp Jazz”. Gracias también a la increíble Bea Montero, a Blas Acosta, a Noboru Takahashi, a Ángelo Pérez Melián, y a todos en Rock CD. Ellxs ocupan una parte muy importante en este disco.
A los lectores y lectoras de Canción a Quemarropa tengo que decirles que, sin ustedes, esto a lo que me dedico, no tiene ningún sentido. Sigan adquiriendo música, leyendo y compartiendo posts en redes sociales, suscribiéndose a nuestros canales. Sigan buscando fotos y vídeos de conciertos antiguos, biografías, yendo a conciertos, estudiando algún instrumento, pues la música llena la vida de belleza, ilusiones y sueños. Tengan en mente que los amantes de la música somos la parte más importante de todo lo que se crea luego para el disfrute de los sentidos. Somos la pieza fundamental, con nuestras pasiones y gustos, damos vida a los creadores y creadoras que tienen en su mano la oportunidad de aportar algo con su Arte. Espero verles muy pronto presentando “Sharp Jazz”.
Foto: Bea Montero.