
Nos hemos quedado muy satisfechos con el último disco de la formación Almargen (RockCD, 2021). Con Marisa Gordo a la voz y coros, Javier Marrero a las guitarras, Manuel Chinea a las guitarras y Fran “Iceman” López, al bajo es un exquisito trabajo en donde brota la imaginación a raudales. Es de menester también nombrar las colaboraciones de músicos asentados en nuestro día a día musical: Miguel Jaubert (guitarras y chelo) y Alberto Méndez “El Naranja”, al bajo.
No es un disco de “chupito” básico y rápido. Requiere calma, es más bien un buen plato gourmet –aunque no nos guste el término, valga el símil- que es preciso degustar de manera incluso sensorial.
Recomendamos su escucha pausada y en un buen equipo de sonido o, en su defecto, en unos buenos auriculares. Hay detalles sonoros y surrealistas para nuestro placer, para nuestro gusto.
Las letras del disco es un verdadero lujo. Consiste en un poema de Manuel Chinea que lleva por título Tierra y publicado en el año 2010,
“Centinelas de la noche…
Veneno, soplo mortal…
Piedras de sueño a pedazos
En esta meseta insular (…)”
En este sentido, el disco es un compendio de muchos elementos. Un proyecto que ha arrancado en diciembre de 2011 y que duró la composición hasta marzo de 2015. Fue grabado en ese mismo último año y después mezclado en 2018. La travesía en el desierto de presentación ha merecido definitivamente la pena.
De esta manera, la poesía está presente de manera conmovedora y la banda arropa correspondiendo con efectos de sonidos muy completos. Hay contundentes trazas de experimentación sonora y está idealmente propuesto para los amantes de aquellos discos de continuidad narrativa y de concepto de los años 70. Aquel rock del que ya parece que muchos no se acuerdan. De todos modos, esto sólo es un pequeño esfuerzo para realizar una etiqueta. Si se nos permite, podríamos citar como referencia a los chilenos Los Jaivas y aquella maravillosa La Poderosa Muerte, que tenemos todavía en el recuerdo.
Hay canciones como Cristales de la noche o Dádivas que marcan de manera definitiva este trabajo de guitarras afiladas, en ocasiones también otros momentos más preciosistas, medios tiempos acústicos y de genialidad vocal. Además, el grupo no solo trabaja efectivamente como un conglomerado sino que tiene cada músico su propia presencia.
Recomendamos su escucha conjunta, no es adecuado ir separando las canciones a pesar de que el tiempo en nuestros días es el que es.
Animamos de manera definitiva a que se acerquen a este magnífico y un tanto enigmático trabajo, de portada sobria pero que habla por sí mismo.
En otro orden de cosas, hablando de Almargen y su Ucanca, los componentes son del terruño. De nuestra misma meseta insular.
Foto: Promocional (portada del disco)