Bronquio vuelve a aliarse con una de sus colaboradoras habituales, 41V1L, para alumbrar una de las canciones más adictivas de la temporada, «Fui a comprar a la cárcel». Un tema que habla de los peligros de anillarse un visigodo y otros riesgos como los amores platónicos, y que sirve también de adelanto del que será un álbum conjunto entre ambos artistas y que verá la luz en marzo del próximo año.
Hace apenas unos días se estrenaba en la nueva y todavía en marcha edición del Festival de Sevilla | Esto es Cine Europeo la última película de Santi Amodeo, «Las gentiles», de cuya banda sonora se hace cargo precisamente el músico y productor jerezano. A este trabajo se unirá en 2022 «Paraíso», un disco cocido a fuego lento codo con codo con Rocío Márquez, y que promete además más de un artista invitado sorprendente. Y antes, a finales de año, se estrenará su colaboración con una de las bandas más queridas en el vecino Portugal, The Gift.
Entre tanto ajetreo, Bronquio ha tenido aún tiempo para sacarse de la manga otro LP más, en esta ocasión urdido a dos manos con una de sus colaboradoras más habituales, y también una amiga de los pies a la cabeza, casi una hermana: Livia, aka 41V1L. Junto a ella nos regalará en marzo del próximo año «Sea lo que sea», su primer larga duración firmado por ambos, después de un puñado de temas que han ido marcando la carrera del jerezano. Hablamos de «Estás chill», «Tus amigos», «Semifucsia», «Cocowawa», «Altar» y la portentosa «Manifestación», entre otros, que se han convertido ya en clásicos de nuestra escena urban más underground y atrevida. «Sea lo que sea», este esperado LP de Bronquio y 41V1L, se ha grabado en la propia casa de Livia.
Y la canción que presenta en sociedad el disco no es otra que «Fui a comprar a la cárcel», un título que bien podría pasar por una rumba de Los Chichos pero que se acerca más al poso triste que destila aquella joya de Los Chunguitos llamada «Me quedo contigo». Claro que con el filtro urban tan propio de esta pareja tan bien avenida. «Quise cortar flores / y llevarlas a tu puerta / pero no sirve de nada / no tenemos las mismas promesas», canta 41V1L con esa voz tan personal entre los hipnóticos beats de Bronquio. Y se nos rompe el corazón. En pedacitos.
Según el propio Bronquio y atendiendo a la confesión de Livia, la letra de la canción «trata de lo más peligroso que ha hecho nunca: anillarse un visigodo. Algo para lo que hay que tener mucho cuidado con la parótida, sobre todo con la parótida derecha». Claro que hay más, mucho más, tras tan arriesgada perforación. «También trata del desamor, de que no se encuentra, y de que platonizó un amor y al materializarlo se fue a la mierda», nos cuenta Bronquio. «También cuenta que su sistema límbico y su termodinámica ha cambiado. Ya no se reconoce dentro de su cuerpo y para con los demás se ha roto también esa termodinámica. Es algo triste pero inevitable, y pide por favor que le den una oportunidad aunque ahora la haya cagado. Quiere que vean las cosas distintas mirando al mismo sitio y ya no distingue. Y entiende que eso no vale, que le entiende que ella no la quiera. Todo por un visigodo».
De otra cosa que sabían, y mucho, los visigodos, era de tesoros. Y sin duda alguna este «Fui a comprar a la cárcel» es uno de los que esconde nuestra escena. Ojo con él.