Redaccion 
«Imagina un salón de baile donde todos los invitados guardan silencio. Mientras los focos describen órbitas de luz sobre la pista vacía, empieza a sonar el último disco de Eric Fuentes. Cada asistente se ubica en un rincón estratégico para contemplar la escena, mientras la letanía espacial de Eso es lo que querría yo obra su efecto. Poco a poco, los bailarines se relacionan con la música. Una estudiante sentada repica con los pies, el marinero responde a la voz herida del cantante descargando su petate y arrancándose la chaqueta, y una dama misteriosa y peculiar pasea en círculos mecida por los latidos galácticos de la canción. El camarero y la actriz asienten con la cabeza y se miran, complacidos por el compás. En una esquina, el empresario se comba el pelo con la palma de la mano y musita: “se viene intensidad”.
Cuando Entrégate ya eleva sus primeras notas hacia un horizonte de melancolías radiantes, se avistan las primeras copas danzando en mitad de la sala. Eric Fuentes canta alto y claro, el ronroneo rítmico se contagia cosa mala, y la deriva vertiginosa de su melodía se eleva hasta justo donde todo el mundo aspiraba: un solo de saxo ingrávido y sentido.
En el fragor del baile, la síncopa neo-disco-funk de Navegantes entra finísima. La euforia romántica y arrebatada de ese tercer corte al que suman voces Cala Vento es tarareable como el mayor hit de los años ochenta. Las miradas se vuelven eléctricas y las bocas se mueven siguiendo la letra. El baile entre épocas se afila en el vaivén vacilón deLa selva, un himno de rock sintético que nace de un ovillo extrañado y se revuelve en un son salvaje que disloca caderas.
Con Un claro de luna el marinero ancla su mirada en el entarimado. Rememora todo aquello que ha dejado marca en su curtida piel, y se esfuerza en contener las lágrimas mientras los versos del cantante alcanzan las notas más altas imaginables. El forastero hace muecas relamidas mientras apura el patxaran cuando se destilan los compases de Orgullo cultural. Ese velcro persistente de rasgueos, sacudidas y efectos especiales le producen hormigueos de pura gustera.
Entonces llegan el bajo enredado y la rampa de sintetizadores cósmicos deMucho vicio y todo se rompe. Cuando la voz marcial de Eric Fuentes arde por los altavoces, el personal empieza a levantar las manos hacia el techo en una coreografía improvisada, persiguiendo órbitas gurús.
La estudiante da el último sorbo y siente como el mareo evapora su cerebro mientras se embebe en la emulsión de crepitaciones agridulces de Hostia y perdón. Mira el poso al fondo del vaso y escucha atenta todas esas frases esponjosas y lapidarias, percibiendo un cinismo que, suspira, todavía no alcanza a entender. Gira la cabeza y se fija en ese marinero que se ha pasado la noche sentado y ahora parece enloquecer de pronto con los silbidos y trotes rítmicos de Tormentas. En esta fiesta todo el mundo tiene su canción.
Última copa. Suena Aventurero, parpadean los neones y por la pantalla de tela desfilan los créditos del álbum, como en una película clásica. Se brinda una y cien veces más, se corea el último verso con la pompa del cantante, y entre risas de despedida todos pueden sentir por dentro el crepúsculo infinito de una galaxia que declina. El sonido de una escoba entre cristales se mezcla con el murmullo de los invitados saliendo. Las luces se apagan una a una hasta que solo puede verse a un niño sentado junto a la mesa de mezclas. Señala el tocadiscos, mira el Dj y susurra: “ponlo otra vez”.
Por Albert Fernández
SOBRE ERIC FUENTES:
ERIC FUENTES es un compositor, intérprete y productor en activo desde principios de los años 1990, en qué puso en marcha la banda Mad Squad, para continuar en solitario con su disco de debut de 1997 ‘Descarrilant’. Con buena acogida por parte del indie barcelonés, su siguiente proyecto The Unfinished Sympathy empezaría en el año 2000 para ofrecernos hasta el día de hoy 6 LPs y centenares de conciertos por todo el mundo, incluyendo el hito de ser la primera banda española en hacer unas Peel Sessions en la BBC británica. En paralelo, otros 6 discos en solitario, uno de ellos triple, con otros tantos centenares de conciertos. Recientemente ha preponderado su actividad como productor de bandas de éxito como Cala Vento, Wood o Peligro. Mayoritariamente en el ámbito del rock, especializándose en tendencias como el post-hardcore, el punk, el metal o el indie-rock, también se ha movido por el terreno del pop y la electrónica, donde actualmente encuentra gran parte de su inspiración.
DISCOGRAFÍA:
2022 Eric Fuentes “Hostia y Perdón”
2019 Mad Squad “ S/T”
2017 The Unfinished Sympathy “It’s a crush!”
2016 It’s Not Not “Fool The Wise”
2014 Eric Fuentes “Eric Fuentes/Barcelona” (*Disco del año RockZone y Mondo Sonoro – Catalunya)
2013 Fighter Pillow “S/T”
2013 Eric Fuentes “Copper & Gold”
2011 Eric Fuentes “Eric Fuentes & El Mal” (*Disco del año Enderrock – Altres Idiomes)
2009 The Unfinished Sympathy “Avida Dollars” 2008 Eric Fuentes “Bahía Paraíso”
2006 The Unfinished Sympathy “We push you pull” (*Disco del año Enderrock – Altres Idiomes)
2004 The Unfinished Sympathy “Rock for food” (*Disco del año RockZone)
2003 The Unfinished Sympathy “An investment in logistics” (*Disco del año Mondo Sonoro)
2001 The Unfinished Sympathy “S/T”
1997 Eric Fuentes “Descarrilant”
foto: promocional
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