La función de Empar, apto para toda clase de público y para toda la familia, será este viernes 27, en el exterior del Espacio La Granja
Empar es actriz de gesto y payasa. Es auténtica y reveladora, y no necesita palabras para contarnos su historia, le basta con la mímica, el gesto, la música y el humor. Este viernes 27 de mayo estará en el Espacio La Granja con una obra íntima y emotiva para toda la familia y para público de todas las edades, a quienes quiere transmitir un mensaje muy necesario. Un mensaje que habla de mujeres que aman y cuidan a los suyos sin tiempo para pensar en ellas mismas.
Este espectáculo, firmado por la Compañía La Chunga, llega a Tenerife desde Valencia, donde ha sido premiado por su defensa por la igualdad de género y contra la violencia machista. La función se ofrecerá en el escenario situado en el exterior del Espacio La Granja, y dará comienzo a las 19.00 horas, con entradas a 5 euros, disponibles en la web y en taquilla.
Empar (Amparo) es un nombre femenino muy popular en Valencia y al mismo tiempo es la acción de amparar, proteger, ayudar. La protagonista de este espectáculo es una mujer anónima que desde pequeña ha cuidado de sus hermanos primero, luego de los hijos y del marido y, finalmente, de los padres ancianos. Además, ha trabajado limpiando casas o haciendo cualquier otro trabajo que le permitiera llevar dinero a casa. ¿Y quién ha cuidado de Empar? Ahora los hijos se han ido, los padres han muerto, el marido no es más que una sombra en la casa y, aún peor, es el único que tiene derecho a ser cuidado.
La protagonista es al mismo tiempo nuestras abuelas y nuestras madres, es el espejo donde vemos reflejadas tantas historias de mujeres. Amar y cuidar de los suyos, sin tiempo para pensar en ella misma, como un duende que realiza un trabajo invisible, pero imprescindible. Detrás de Empar está Ana Sánchez Carrión, una actriz con una larga trayectoria académica y artística en este género teatral, en el mundo del clown y del teatro en la calle.
La obra constituye un trabajo de investigación en el ámbito corporal y espacial, en busca de nuevos lenguajes a partir del cuerpo de la actriz en movimiento, con la ayuda de la manipulación de objetos y los juegos visuales cercanos al ilusionismo y la magia. Incluye el trabajo con las máscaras expresivas y también la más pequeña, la nariz de payaso, en un formato donde la comunicación entre actriz y público es directa ya que despliega ante el espectador una vida que podría ser la de cualquiera de nosotras.