Entre el 17 de febrero y el 24 de marzo se celebrará un ciclo de tres exposiciones, bajo el título Metamodernismos. La Generadora
La colaboración entre la Universidad de La Laguna y la SAC del Gobierno permite visibilizar la actividad docente e investigadora, facilitando al público la transferencia de conocimiento
Metamodernismos. La Generadora es un proyecto de la Unidad Departamental de Pensamiento Artístico de Bellas Artes y el Aula Cultural de Pensamiento Artístico de la Universidad de La Laguna para la Sala de Arte Contemporáneo del Gobierno de Canarias. Coordinado por Ramón Salas y curado por Adrián Alemán, permite visibilizar en las salas de exhibición la actividad docente e investigadora, además de convertirse en un nexo entre la institución académica y la sociedad con la intención de facilitar la transferencia de conocimiento.
Entre el 17 de febrero y el 24 de marzo de 2023 se celebrará en la SAC un ciclo de tres exposiciones-exprés de acuerdo con el siguiente calendario: En la mente del objeto, del 17 al 24 de febrero, a cargo de los creadores Inés Arencibia, Julen Etxebarria, Adriana González, Narelys Hernández, Eduardo Hodgson, Pablo Lavers, Ana Padilla, Gloria Sánchez. ZeR0 RETENCIÓN¡, del 3 al 10 de marzo, con la intervención de Tony Aguilera, Hugo Amaro, Miu Castro, Miranda Díaz, Sara Díaz, Gaia Fiorina, Marta Sobrino y Yasmina. Finalmente, Políticas de la actuación. el poder de una gota, del 17 al 24 de marzo con Claudia Brito, Flor de África, Aitor Fernández, Noa Gonzáles, Rubén Guedes, Sara Méndez, Alba Peñate, Ziomara Rojas.
Asimismo, y de forma paralela a cada una de estas propuestas, se celebrará como actividad complementaria sendas mesas redondas, en la que participarán en la misma sala aquellos artistas y curadores que intervienen en el proceso creativo de las exposiciones. Estos encuentros serán los días 23 de febrero, y 9 y 23 de marzo, de 17:00 a 19:00 horas.
Metamodernismos
Si algo caracteriza al arte universitario es su procesualidad, al desarrollarse en una dinámica vital en la que la producción resulta indisociable del estudio, la interlocución, la investigación, la socialización… en un espacio de crecimiento personal y de modulación de la propia subjetividad. Metamodernismos. La Generadora trata de trasladar a la sala de arte «ese carácter procesual y, al mismo tiempo, reflexionar sobre su puesta en escena –e, incluso, por qué no, sobre su puesta en evidencia–» explica Ramón Salas. No plantea una presentación en sociedad de artistas emergentes, sino un laboratorio de investigación sobre el sentido de la muestra, abierto a la experimentación e incluso al error.
No se pretende mostrar un trabajo acabado, de ahí los cortos espacios de exposición en comparación con los de montaje, sino experimentar el arte como un proceso de aprendizaje y reflexión. Por analogía al “pensar en voz alta”, esta exposición busca crear en voz alta, pensar la pieza en el proceso de su puesta en escena. En el periodo propiamente de montaje, adoptando su forma más “ortodoxa” para, una vez inaugurada, replantearse.
En la semana de exhibición, las obras no permanecerán estáticas, se seguirá trabajando en sala, en abierto, replanteando su display, reubicando y contaminando las piezas, y analizando sus transformaciones.
La autoría de estas obras es de artistas con perfiles muy diferentes. Por ello, a pesar de que no se pretende priorizar discursos curatoriales cerrados, que les obliguen a ilustrar un tema, «nos pareció pertinente ordenar sus propuestas en torno a tres ideas fuerza, que creemos que se corresponden con tres de los principales espacios de posibilidad del arte contemporáneo» explica Salas..
El arte ya apenas representa, ahora ensambla: objetos, documentos, ideas. De ahí la renovada importancia del hecho expositivo que ha cobrado importancia respecto al espacio de taller, convertido en tiempo de estudio: «la sala de arte ya no es el escaparate donde se muestran obras que salen completamente acabadas del estudio del artista, es el tiempo en el que se hace público un proceso de investigación” comentan sus comisarios. De ahí, también, la renovada importancia de la relación entre la universidad, como centro de investigación y producción cultural, y los centros de arte, que ya no tienen la antigua función promocional, «sino la inédita obligación de convertirse en un espacio de interlocución entre la obra y su contexto».
La primera de las exposiciones, En la menta del objeto , es, según Ramón Salas, quizá, “la más clásica, en la medida en que mantiene una relación, aunque crítica, con la tradición del arte moderno y su expresión plástica más característica: la abstracción. Pero la contención formal no cae aquí en el formalismo, todo lo contrario. El aspecto abstracto es solo una cita al propio arte (y al propio “cubo blanco” de la sala) y su proceso de vaciado de los valores y referentes del arte premoderno, un vaciado que sirve aquí como una tabla rasa sobre la que empezar a inscribir nuevos contenidos, cabría decir, posnihilistas”