Redaccion 
¿Qué tienen en común un marinero un marinero, un compositor clásico, un estudiante de arquitectura y un albañil? Que todos forman El Diablo de Shanghai. Seguro que, los que ya estáis habituados a rastrear nuevos descubrimientos musicales de nivel, ya habréis escuchado más de un elogio a esta joven banda barcelonesa. O los habréis visto en sus espléndidos directos, en ilustres festivales como el Cranc Festival de Menorca o el ciclo Vida Records & Friends. El viernes, 5 de mayo, presentarán sus canciones además en Madrid, ni más ni menos que en el Sound Isidro.
El Diablo de Shanghai cuenta ya con dos EP’s: ‘Empezamos con esto/…’ (2020) y ‘…/Acabamos con todo’ (2021), además de un par de singles anteriores. ‘Boviscopofobia‘ es el nuevo single que os presentamos hoy. Se trata de la primera tarjeta de presentación de lo que será su disco de debut, que tienen previsto publicar el 6 de octubre de la mano de Malapata Records. El Diablo de Shanghai han venido a demostrarnos como es posible crear canciones que suenen diferentes a la órbita del panorama nacional español utilizando los mismos instrumentos de siempre. Y lo consiguen profundizando más en los detalles, para alejarse del concepto más sencillo de canción pop.
SOBRE EL SINGLE, ‘BOVISCOPOFOBIA’
David Foster Wallace definió en su ‘Algo supuestamente divertido que no volveré a hacer’ la palabra “Boviscopofobia” como el miedo mórbido a ser visto como un ser bovino. A ser visto como parte de un rebaño. Con este single nos alejamos del rebaño nacional para, desde lo alto de la colina preguntarnos ‘¿con esta música de mierda, seré yo una leyenda? ¿Ehhh?’ Se oyen ecos en el valle…
En cuanto la letra, no estaba nada clara y por eso Juanito pidió que le pasaran la maqueta sin voz. Así, la reescribió toda desde cero, cantándola por encima de lo instrumental: «Desde que se originó la idea hasta que acabé de escribir la versión actual pasaron dos años. Muchos intentos de versos que no pasaban la barrera que estaba exigiéndome. Podríamos sacar temas nuevos cada semana, sí. Pero, ante un consumo digital en el que la cantidad es lo primero, “Boviscopofobia” es nuestro intento de salirnos del rebaño del streaming para reivindicar que la calidad tiene que ir por delante de la cantidad, o llegaremos a saturar al consumidor, si es que ya no lo está.»
Y es que El Diablo de Shanghai, si de algo tienen miedo, es de formar parte del rebaño. Y precisamente en esa huida hacia adelante han sido capaces de crear un artefacto sonoro único.
icen que se parecen en actitud a Television, pero seguro los amará cualquier seguidor del buen punk, post-punk y garage. Los singles que, a partir de hoy, os presentaremos de esta formación barcelonesa pertenecerán a un álbum debut que lanzarán el 6 de octubre. Un disco que, sin duda, podemos afirmar que es un hijo bastardo e irreconocible entre el “Marquee Moon” de Television y los Parquet Courts más espídicos.
También se rumorea que sus directos son mejores que sus grabaciones, aunque este nuevo single ‘Boviscopofobia’ venga a desmentirlo. Lo cierto es que el underground barcelonés ya les va siguiendo la pista hace tres años, desde que empezaron a ensayar y a maquetar con grabadoras de cassette. Y, aunque sean jóvenes, no están alejados en sus letras de los temas más trascendentales: las crisis identitarias, el forjar una carácter propio, la grandeza del individuo o la necesidad de destacar en algo y no ser más de lo mismo.
Son bastante proactivos: tras 8 meses separados este mes de agosto compusieron, prácticamente del tirón, su LP de debut. Con este nuevo álbum, grabado en Gaua Estudios (Euskadi), buscan un sonido post punk propio de bandas británicas como Shame, Fontaines D.C., Black Midi o Black Country New Road. Como fieles narradores, El Diablo de Shanghai se centran en estas nuevas canciones en una Barcelona acelerada percibida desde los ojos de un individuo situado en un chaflán del ensanche. El ritmo de vida a 190bpms, las delicadas relaciones sociales y amistades que penden de un hilo o el desarrollo personal cuando el pasado es imposible resolver.
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