Lo que pesa una cabeza y Este puede ser el lugar de Jesús Soto se inauguran este viernes 3 de marzo, a las 19:00 horas
TEA Tenerife Espacio de las Artes inaugura este viernes 3, a las 19:00 horas, dos exposiciones que se plantean de manera complementaria allí donde escultura y cuerpo son interdependientes y en la que destaca la recuperación de la obra Penetrable, de Jesús Soto, una instalación que estuvo presente en las exposiciones de esculturas de la calle que tuvieron lugar en 1973 y 1994. Lo que pesa una cabeza. Escultura tras el 73 está curada por Néstor Delgado y Gilberto González, y Este puede ser el lugar, performar el museo es un proyecto expositivo de Javier Arozena y Natalia Álvarez Simó. En ambas muestras -que se podrán visitar hasta el 28 de mayo- se defiende el museo como lugar público donde debatir sobre la dimensión política del espacio que ocupamos y están entendidas como un tándem en el que la escultura y las artes vivas o en movimiento juegan un papel fundamental como escenario de nuevas formas artísticas.
Los detalles fueron dados a conocer hoy [jueves 2] por el director insular de Cultura, Alejandro Krawietz, el director artístico de TEA, Gilberto González, y los curadores. También asistió al acto el integrante de la Comisión de Escultura en la Calle del Colegio de Arquitectos, Carlos Schwartz, toda vez que esta iniciativa se incluye dentro del programa de actos que se ha elaborado con motivo del 50 aniversario de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle.
Alejandro Krawietz señaló que “para el Cabildo es un enorme placer esta presentación que tiene que ver con la exposición de Escultura en la Calle de 1973”. El director insular recordó que “desde hace más de un año se venía trabajando en este proyecto en el que tratábamos de reivindicar los espacios de discusión que tuvo aquel evento del 73 desde la perspectiva del hoy y del ahora” y añadió que “aquellas indagaciones que tenían que ver con las funciones que tenía el arte en el espacio público fueron directamente a la diana de reflexiones que todavía hoy no están dilucidadas”.
Krawietz calificó como “un proyecto muy atinado” el que se originó en 1973, “al tratar de discernir a través del arte de creación los fundamentos de intervención del espacio público, al margen de la monumentalidad” y consideró que “constituyó el pistoletazo de salida de la transición en el ámbito de la cultura” porque supuso “el reencuentro de generaciones que habían estado en la escena cultural previa al franquismo y las generaciones que tomaban el testigo de construir una historiografía cultural digna del momento que el país comenzaba a vislumbrar”.
El director insular de Cultura del Cabildo apuntó que “estas dos exposiciones parten de aquella reflexión: Lo que pesa una cabeza va desde la obra hacia el cuerpo y Este puede ser el lugar del cuerpo a la obra” y añadió que “son muy relevantes, no solo para el museo como espacio de exposición, sino también como reflexión a lo contemporáneo”. “TEA se construye en esos dos niveles: de reflexión sobre el espacio contemporáneo del arte y de exhibición del arte contemporáneo”, finalizó Krawietz, antes de agradecer a todas las entidades que, además del Cabildo de Tenerife, participan en la mesa de trabajo del 50 aniversario de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle: Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de Santa Cruz, Universidad de La Laguna, Fundación CajaCanarias y Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, la Gomera y El Hierro.
Carlos Schwartz, integrante de la Comisión de Escultura en la Calle, destacó que Penetrable, de Jesús Soto, “es nuestro ave fénix porque vino a formar parte de la primera exposición de 1973, una pieza muy atractiva pero que tuvo una breve vida por su fragilidad y se volvió a construir en 1994 con motivo de la segunda exposición de Escultura en la Calle” y adelantó que se está trabajando en la incorporación de una nueva obra de Jaume Plensa, Cabeza de Carla, de siete metros de altura, de hierro fundido que pesa 7,8 toneladas.
El director artístico de TEA, Gilberto González, inició su intervención diciendo que “la instalación de Soto vincula a las dos exposiciones” y apuntó que la pieza se perdió en 1973, “pero pervive en la memoria” y recordó la figura del arquitecto Vicente Saavedra -fallecido en 2021- porque “insistía en que era fundamental que esa obra estuviera en las exposiciones”. González consideró que las muestras que se presentan en TEA “pueden verse en términos pesimistas, pero también en términos optimistas y tratar de imaginar otro futuro, otras posibilidades” y resaltó que se trata de propuestas “intergeneracionales que plantean que es lo que debe perdurar y como el museo puede aproximarse a ese archivo de la memoria, que es de lo que habla el arte contemporáneo”.
Néstor Delgado, que es curador de Lo que pesa una cabeza junto a Gilberto González, señaló que “esta exposición se plantea como encuentro de la primera Exposición Internacional de Escultura en la Calle, pero no como coincidencia sino como espacio de conflicto en el que se puedan traer cosas desde diferentes puntos que pueden generar chispas”. “No es una exposición conmemorativa, sino que quiere atender a ese espíritu, a la idea de cómo traer ese jardín escultórico al museo”, concluyó Delgado.
Natalia Álvarez y Javier Arozena son los curadores de Este puede ser el lugar. Álvarez consideró que el conjunto de estas dos propuestas que presenta TEA constituye “una exposición innovadora y fundamental porque pone a dialogar a artistas de plásticas y de escénicas de tú a tú” y recordó que “una de las grandes cuestiones de estos 20 años ha sido la relación de las artes escénicas y lo efímero en el museo; hasta ahora estos acercamientos en exposiciones siempre han hablado a las escénicas de algo aparte, como si fuera un ente abstracto”.
Javier Arozena explicó que “en los orígenes de este proyecto, Natalia y yo nos cuestionábamos que era lo importante de trasladar al ámbito museístico, que es para las artes escénicas un espacio muy importante a la hora de desarrollar nuevos lenguajes. Decidimos buscar esos posibles trabajos y vimos la relación del cuerpo en la realización formal de esas piezas escénicas”. El curador también apuntó que “lo escénico también puede dar propuestas objetuales y de pensamiento que pueden estar presentes en el museo” y concluyó apuntando que en esta exposición “hay trabajos que sufrirán transformaciones” durante el periodo de exposición en TEA.
Lo que pesa una cabeza. Escultura tras el 73
Lo que pesa una cabeza propone un ensayo sobre la dimensión espacial y física del objeto artístico en tiempos de disolución de la forma a través de la escultura contemporánea y muestra una evolución de la escultura hasta el presente. Sin embargo, esta exposición no se plantea de manera historicista, sino que busca ver cómo ciertas afinidades y cadenas formales han llegado hasta ahora con artistas como Ana Mendieta, Joan Miró o Fischli & Weiss. Este proyecto repiensa algunos de los axiomas de la Escultura en la Calle 73 y del 93, replantea desde los conflictos y acuerdos de este momento los diferentes modos de ocupar el espacio y de abrir el debate sobre la temporalidad de la escultura.
La exposición reúne a los artistas Adelaida Arteaga Fierro, David Bestué, Juan Bordes, Tony Cruz Pabón, Esther Ferrer, Peter Fischli & David Weiss, Fuentesal Arenillas, Paula García-Masedo, Eduardo Gregorio, Petrit Halilaj, Guenda Herrera, José Herrera, Lecuona y Hernández, Eva Lootz, Sarah Maldoror, Mónica Mays, David Medalla, Ana Mendieta, Laura Mesa, María Belén Morales, Aurelia Muñoz, Mónica Planes, Carlos Rivero, Lotty Rosenfeld, Jorge Satorre, Teresa Solar y Jesús Soto, quienes a través de su producción analizan el papel de la escultura y ofrecen una mirada retrospectiva de la misma desde 1973 hasta la actualidad.
La muestra se complementa con un programa público de actividades, que arrancará este mismo sábado [día 4], a las 17:00 horas, con un encuentro entre los artistas Paula García-Masedo, Mónica Planes, Jorge Satorre, Laura Mesa y David Bestué y los curadores de la exposición, Néstor Delgado y Gilberto González, que servirán como actas del proceso de pensamiento, ejecución, e instalación de esta exposición.
Este proyecto, que surge de la idea del museo como espacio público capaz de asumir las tensiones que las plazas y el urbanismo contemporáneo no saben cómo deglutir, parte de la obra de Jesús Soto, Penetrable, perteneciente a la colección del Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro. Con esta pieza, creada en su momento para ser ubicada en la calle, se explora lo inasible, materializando a través de hilos la distancia personal y abriendo tanto metafórica como formalmente la imposibilidad de seguir convocando a los cuerpos en torno a la pura representación. En un tiempo en el que lo físico comienza a ser ilusión, esta obra permite ahondar en la escultura como testigo de lo invisible. La inclusión de la obra de Jesús Soto en la muestra surge de la colaboración con la Comisión de Escultura en la Calle del Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro y será cedida por el Cabildo a la ciudad de Santa Cruz.
Este puede ser el lugar, performar el museo
Esta exposición incluye una selección de obras de artistas de las artes vivas como Pina Bausch, Cecilia Bengolea, Heidi Bucher, Lucinda Childs, François Chaignaud, Nora Chipaumire, El Conde de Torrefiel, Laia Estruch, Pipo Hernández Rivero, William Forsythe, Bob Fosse, Israel Galván, Pedro Garhel, Trajal Harrell, Angélica Liddell, Les Luthiers, Manolo Millares, Radouan Mriziga, Bruce Nauman, Alberto Portera, La Ribot, Isidoro Valcárcel Medina, Jérôme Bel, Lia Rodrigues, Dimitris Papaioannou y María Jerez.
La muestra identifica como gestos performativos los procesos artísticos en los que el cuerpo interviene alterando y transformando la materia, pasando a ser el propio cuerpo campo de acción y materialidad mutable, así como señala las fricciones que se producen en la relación entre las artes vivas y los museos. Esta materia ‘cuerpo’ afecta y es afectada en las experiencias de búsqueda hacia lo formal. Gesto y cuerpo como obra.
De modo que Este puede ser el lugar se ocupa de asuntos como las presencias y las ausencias, la creación y la representación, así como de la relación entre lo efímero y lo permanente que coexisten en los procesos de artista. Relación que se plantea problemática en el ámbito del museo, que se pregunta cómo se catalogan o reactivan estas piezas que son efímeras.
Durante la exposición se contará con intervenciones sobre las obras a modo de acción o activación, entre las que destacan las de Sylphides, de Cecilia Bengolea & François Chaignaud; Domani, de Romeo Castellucci; Moat III de Laia Estruch; Esquinitas / La Pastilla, por Israel Galván; y Made to Mesure, de Trajal Harrell. Además de ello, a lo largo del período expositivo se realizarán varias sesiones de proyección de las piezas escénicas Veronique Doisneau, de Jerôme Bel, Nowhere, de Dimitris Papaioannou; Encantado, de Lia Rodrigues; y The Movie, de María Jeréz. También tendrán lugar una serie de conferencias sobre el patrimonio de la danza.