Eyal Vilner se complace en anunciar su última grabación con la Eyal Vilner Big Band, Swingin’ Uptown, que se lanzará el 14 de junio. Habiendo dirigido la Eyal Vilner Big Band desde 2008, el saxofonista alto, clarinetista y flautista ha actuado en todo el mundo en lugares como el Lincoln Center, Birdland, el Guggenheim, Dizzy’s Club, Smalls, LA Music Center, el Red Sea Jazz Festival, el Tel Aviv Jazz Festival y lugares históricos parisinos como La Bellevilloise, Caveau de la Huchette y Le Duc des Lombards, entre otros.
Después de profundizar en las luminarias de Harlem en sus arreglos y en los íconos del saxofón de big band en su forma de tocar, Vilner llevó su música un paso más allá en sus raíces históricas y comenzó a participar y estudiar el poderoso entrelazamiento de la música y la danza a lo largo de la historia del jazz. ejemplificado por sus numerosas grabaciones aclamadas por la crítica. El más nuevo es el brillante Swingin’ Uptown, una big band que celebra el movimiento y el sonido de Harlem y más allá que llega a las raíces y las ideas del pasado y las utiliza para hacer crecer algo nuevo y vibrante en el presente.
Eyal Vilner Big Band, portada de Swingin’ Uptown
La forma de tocar, dirigir la banda y escribir de Vilner siempre se han inspirado en las épocas del jazz en las que la big band no sólo era prominente sino también popular. Como escritor, Vilner ha pasado tiempo íntimo con la música de Duke Ellington, Billy Strayhorn, Billy Eckstein, Fletcher Henderson y los diversos escritores de Count Basie Orchestra, informando su ritmo contagioso y su delicioso uso de tono y color dentro de sus orquestaciones. Como intérprete, Vilner encarna el arte de esa misma época, su trompeta canta con el linaje de Lester Young, Coleman Hawkins, Don Byas, Johnny Hodges, Benny Carter y Charlie Parker.
Equipado con tales paisajes sonoros y el dominio de la “edad de oro” del jazz, no sorprende, entonces, que Vilner buscara sumergirse más en esta tradición. Él tiene la escritura, la interpretación y la dirección de la banda; Lo único que faltaba para completar este vivaz cuarteto era el baile. “Veo el Lindy Hop y el Jazz Vernáculo como una parte importante de las raíces del jazz. Cuando comencé a explorar y aprender estos bailes, sentí que completaba el cuadro para mí y me daba una comprensión más profunda de la música, su tradición e historia, y de la comunidad de la que provenía”, dice Vilner.
“La música jazz y la danza jazz son inseparables; crecieron juntos, se influenciaron e inspiraron mutuamente. Apreciar y sumergirme en esta parte de la cultura afroamericana me ha dado una comprensión más profunda de la música de la que me enamoré cuando era adolescente”, añade.
Foto: Michelle Gevint