
Nuestro compañero Adrián Gómez escribe en su esquina de hoy sobre Im a noise, estupendo rockumental que pone en valor el trabajo musical de la cantautora e intérprete Joan Baez.
Ahora que está el biopic de Bob Dylan en salas, recuperamos el rockumental dedicado a Joan Baez de hace un año, nos estamos refiriendo a Im a Noise. Sin llegar al nivel de No Direction Home (2005) o el de la Rolling Thunder Revue (2019) de Martin Scorsese, o, mas lejano en el tiempo, el mítico Don,t Look Back ( 1967) de D.A. Pennebaker, resulta un trabajo sincero, íntimo y personal, de una artista que ya merecía un estudio audiovisual en profundidad.
Es de ley citar a sus tres directoras; Miri Nvasky, Maeve O, Boyle y Karen O, Connor. Desde su niñez ( con grabaciones familiares en Super 8) hasta su gira de despedida, la juglar de origen mejicana se desnuda en cuerpo y alma, desde los días de segregación racial, hasta su autoexilio en París, desde el discurso de Martin Luther King, hasta su gira de Amnistía internacional (impagable su cover de Shout, con Tears for Fears), desde activismo perenne, cristalizado en una relaciíon con el padre de sus hijos, en presidio durante una temporada, por sus ideas, hasta su resurrección artística y personal, con Diamonds and Rust (1974).
Excelente material de archivo, donde destaca una honesta entrevista realizada en los ochenta. No falta su Affaire con Dylan, que relata con sabor agridulce, tanto en su etapa Folk de los sesenta, como en su gira conjunta de mediados de los setenta , que desembocó en la filmación de la imposible Renaldo y Clara ( 1977). Báez se abre en canal, aludiendo a traumas infantiles, con abusos paternales incluídos, su cercanía y alejamiento de su hermana Mimí, por éste y otros motivos, mientras en la actualidad cuida de su madre enferma. Ella baila descalza, nada, pasea a su mascota, mientras también lo hace por su memoria. Y tras una ovación en su último recital, se baja el telón.
Figura imprescindible, pionera como pocas, lo que aplauden a Rosalía y demás sucedáneos inanes, deberían aproximarse a su historia y leyenda. Necesaria y fundamental, tanto cómo el documento que nos ocupa, hace justicia y llena en todos los sentidos. En la platea y en el corazón.
Foto: promocional de Joan Baez