
Este próximo 30 de mayo será realidad el nuevo disco de Waiki Flow bajo el título de Kenon y que será publicado a través del sello Everlasting
Jesús Lorente nos detalla el lanzamiento:
En 1868 sólo había dos coches registrados en todo Ohio. En una ocasión chocaron en un aparatoso accidente, aunque no hubo daños importantes y sus dueños forjaron desde entonces una fructífera amistad durante décadas.
En cierto modo, pero con mucho menos dramatismo, algo parecido puede suceder en tu interior cada vez que escuches las canciones de Kenon (Everlasting, 2025): la colisión paradójicamente fértil entre tradición y modernidad en cinco piezasinstrumentales de fuerte carga espiritual, intercultural y porsupuesto musical. MatiasIgnacio Huaiquiñir Rios Stange, compositor y profesor mapuche-chileno (Santiago, Chile, 1997) dirige el proyecto desde algo más de un lustro, rumiando y gestando un álbum de casi 40 minutos donde se dan cita el free, el Jazz-Funk o el Spiritual jazz en una constante metamorfosis del canon.
De la mano de una clara influencia Afrobeat y folclore de raíz (el Cono Sur presente desde el primer al último tema) y una serie de tentáculos de lo más variado (Coltrane, Tommy McCook…), logra contagiar goce y trance en una especie de enriquecimiento transversal difícil de describir con palabras. “Kenon” en lengua mapuche significa flotar, elevarse, convertirte en tu propio centro de gravedad. Y es verdad que algo de eso hay desde La Ladea (un canto a lo poeta interpretado por Los Tres Fulminantes con una interesantísima historia detrás) hasta La Fosforera, elaborada en La Habana en 2018 para la orquesta Skanajazz, e inspirada en el respeto, el fortalecimiento y la entrega de un músico realizando su trabajo.
Sin olvidarnos de De Cordillera Al Mar (basada en el curso que siguen las aguas andinas hasta llegar al Pacífico), la orgiástica improvisación “controlada” que es Gypsy Jam, y porsupuesto la misma Kenon, musicalización de una serie de clases de danzas afrocubanasimpartidas por la hermana de Matías, Javiera Paz Huaiquiñir Rios Stange y por María Isabel Orellana Bravo. Expresionessonoras delsur del mundo… con las que uno se iría hasta el fin de ese mismo mundo. Es posible que dedicarse a cualquier actividad artística que pretenda influir en el prójimo no sea más que un juego para aplacar el vacío e iluminar, con destellos, la oscuridad.
Pero Kenon es un juego que hay que tomarse totalmente en serio, desde los pies a la cabeza, ya que resulta tan bailable como reflexivo, tan físico como emocional. Un tesoro para aquellos que piden que la música, el arte, nos hable y hable por nosotrossin mirarnos por encima del hombro.
O del alma, ya que estamos.