No sé que clase de conspiración o de síndrome ha guiado al pianista grancanario David Quevedo para titular su último álbum ‘Todos contra mí’ (96K Music, 2016). Se podría entender que hay alguna serie de factores que atentan contra su capacidad, como si la simulada diana de la portada hubiese sido real y el humeante revolver que decora su perfil hubiese cumplido su misión a base de diatribas envenenadas. El álbum fue grabado en vivo en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, el 28 de noviembre de 2015 para más señas.
Nada tiene que temer el caballero Quevedo. En los seis temas que conforman ‘Todos contra mí’ su capacidad está más que demostrada. Desde los momentos de desconcierto inicial en el tema título, hasta el resolutivo ‘2014 Blues’, Quevedo no hace más que lo que sabe: grandes momentos de tensión, increíbles estribillos, geniales puentes y una unión perfecta entre los vientos, la sección rítmica y sus teclas.
En serio, estamos probablemente ante uno de los mejores discos de Canarias, del estilo, en este 2016. El quinteto lo forman Konstanty Donskoj, a la trompeta, Kike Perdomo, al saxo, Carlos Meneses, al bajo y Andrés Lewin a la batería. Quevedo ofrece un disco un tanto oscuro, lleno de laberintos. Es como si David nos hubiera querido introducir en una de las películas de cine negro de Orson Welles. Sí, quizás, en ‘El Tercer Hombre’ (Carol Reed, 1949).
‘Todos contra mí’ también tiene un poco de ‘Atraco perfecto’ del primigenio Kubrick. Quizás aún no estamos en su ‘Odisea 2001’, pero parece que es cuestión de tiempo. Es desde luego una música peliculera, por la cantidad de ambientes reflejados, y podría ilustrar perfectamente cualquiera de los estadios de un ser que se cree perseguido.
No, David, nadie le persigue, descanse de su huida, que no le ciegue la paranoia. Le recordamos de discos como ‘Alzheimer’, también aquella puesta en valor del rock al jazz más descarado, ‘Addictive Rock’, sus ‘Coda Collections’. Vaya y realice el tour nacional que se merece un trabajo de estas características y que en Canción a quemarropa especialmente celebramos. Felicidades.