Ya tenemos aquí el último disco de Arthur Sadowsky, ‘Beautiful Moments’. El bajista nació y creció detrás de la cortina de hierro en la hoy extinta Unión Soviética. Poco a poco, fue llegando hasta su persona algunos elementos de la música que le hacían vibrar. Bien de la mano de los maestros rusos como Prokofiev, Shostakovich o Stravinsky, bien de la intervención de algún programa de radio que se colaba entre los estrictos niveles de control rusos de la época y sus portadoras.
Define como un desafío, el hecho de llegar a la música de Joe Zawinul, Miles Davis y otros muchos. Hablamos de su último disco, ‘Beautiful Moments’ y de sus músicos favoritos. Entre Miller, Pastorius o Charlie Haden está el juego. El álbum fue presentado hace unos meses en el prestigioso ‘The Iridium’, en el corazón de la Gran Manzana, muy cerca de Times Square.
– ¿Cuáles fueron sus primeros pasos en la música? ¿Fue su primer instrumento el bajo eléctrico o tuvo algún otro antes?
– Arthur Sadowsky: Nací en una familia muy musical y comencé a tocar el violín a la edad de 6 años. En mi niñez, y en los años de adolescencia, todo tenía que ver con la música en mi casa. Ensayaba violín y piano pero cuando llegué al bajo a los 16, instintivamente me incliné por el bajo ‘fretless’, sin trastes.
– ¿Cómo formó su banda ‘The Troubadours’? ¿Cómo los conoció?
– A.S.: Siempre me consideré un compositor primero y después un bajista o instrumentista. Como compositor, llegó un tiempo cuando me di cuenta de que estaba limitado y estuve buscando salida para mi música. Formar mi propia banda es algo muy natural, porque teniéndola puedo ir a clubs y tocar mi propia música. Hace 20 años, recuerdo ir a ver a María Schneider tocando música muy compleja y con diferentes arreglos en un club muy pequeñito en New York City (que se llamaba ‘Visiones’), antes de que fuese famosa. En ese momento fue cuando supe lo que yo quería hacer. Encontré a David “Dudi” Comidi, que es un talentoso saxo tenor y soprano de Israel, en las calles de esa ciudad, y él fue quien me presentó al trompetista Justin Mulllens. Más tarde, incorporamos al organista Anthony Poccetti, al guitarrista Gennarro Esposito, y nosotros hemos tenido grandes baterías tocando con nosotros como Robby Ameen, Joel Rosenblatt, Carl Allen y Tobias Ralph.
– ¿Qué nos puede precisar sobre su último disco ‘Beautiful Moments’?
– A.S.: La idea original consistía en grabar un directo de nuestra banda. Uno de los grandes cumplidos que hemos tenido siempre nuestro propio sonido cuando tocamos en directo. Entonces estaba todo decidido, por ejemplo grabarlo todo en una toma, con ninguna “sobregrabación” o overdubs, y ningún tipo de separaciones en el sonido. La vida está llena de geniales momentos bellos y entonces nosotros escogimos que ese sería nuestro título porque siempre es una referencia sentirse agradecido, vivo y contento en todos los aspectos de la vida.
– La presentación del disco tuvo lugar en el prestigioso club de Nueva York, The Iridium, el 22 de mayo ¿Cómo fue?
– A.S.: The Iridium en New York City es uno de los mejores clubes de jazz en el mundo y la presentación del disco excedió todas nuestras expectativas. Fuimos muy bien recibidos ¡Fue tan bien que rendimos cuentas con los propietarios del club! (risas). Tocamos por al menos dos horas seguidas sin interrupciones. Tenemos programado volver en unos 6 meses y hacer otro espectáculo. Siempre es algo mágico tocar para entusiastas del jazz y compartir tu música con ellos, justo en medio de Times Square.
– En el disco ha seleccionado canciones de Joe Zawinul, Miles Davis, Irving Berlin y Tadd Dameron, por nombrar algunos, ¿Por qué los eligió a ellos y no a otros?
– A.S.: Porque todos ellos fueron parte de la creación de mi identidad musical y ellos son todavía una influencia para mí hoy en día. Era muy lógico para mí coger esas canciones de esos autores ya que son la quintaesencia de la escena musical de New York.
– ¿Son sus compositores y músicos favoritos?
– A.S.: Absolutamente. ¡Sí! Simplemente no puedo imaginar mi existencia sin la presencia de artistas como Zawinul o Davis en mi vida.
– También hay algunas composiciones propias en este álbum, ¿Cómo compone? ¿Qué fuentes de inspiración tiene?
– A.S.: La música es una entidad y al mismo tiempo, la música es un espíritu. La música está siempre fuera en cada momento, presente en tu vida. Estoy muy influido por circunstancias que vienen y están alrededor de mí y tienen influencia de mi música. Creo que fue Charles Mingus quien dijo, ‘la música es una fruta extraña’. Siempre viene y se va, tienes que estar abierto para permitir que se refleje, sin ser crítico.
– Nació usted en Rusia, ¿Cómo era la vida de un amante del jazz en ese país?
– A.S.: Fue una especie de desafío. Nací detrás de la cortina de hierro, entonces, naturalmente, la única manera fiable para conseguir cualquier información de la música de jazz era a través de la radio. Éstos programas se emitían desde Europa y Estados Unidos, por ejemplo ‘La hora de la voz del jazz de América” (“Voice of America Jazz Hour”) con Willis Conniver y similares. Ten en cuenta que el gobierno de la Unión Soviética usaba “zumbadores de radio” para bloquear este tipo de retransmisiones. Esto reducía la calidad y hacía que todo sonara distorsionado y fangoso. Era considerado ilegal escuchar estas emisoras de radio.
– ¿Entonces comenzó a escuchar música clásica primero? ¿Fue difícil ir hacía las formas específicas del jazz?
– A.S.: Por supuesto, estuve expuesto a la música clásica, incluso antes de que haya nacido yo y antes de que me convirtiese en un amante de la música jazz. Y también, siempre estuve escuchando jazz moderno gracias a autores y compositores como Sergei Prokofiev, Dmitri Shostakovich e Igor Stravinsky – todos ellos tomaron prestado del jazz-. Después de descubrir a Zawinul, a Ellington, a Miles, fue cuando sabía que no había vuelta a atrás.
– ¿Qué diferencia hay entre la música y los músicos rusos y los americanos?
– A.S.: Evidentemente, la música jazz fue originada en los Estados Unidos a través de todas los cambios culturales, históricas y políticas que tuvieron lugar al final de la decimonovena centuria y hoy en día todavía es una música amada. En mi opinión, no puede ser duplicada o replicada fuera de los USA. Si quieres encontrar tu verdadera voz en el género, creo que tiene sentido venir a este país y debes estar aquí todo el tiempo que puedas, con el objeto de ser consumido por este fenómeno de la música que llamamos jazz.
– Déjenos conocer sus bajistas favoritos, díganos cinco ¿Estarán entre ellos Pastorius o Marcus Miller?
– A.S.: Jaco Pastorius – irónicamente, lo descubrí primero como compositor-, Stanley Clarke, Jeff Andrews, John Patitucci, Charlie Haden. Haden es ¡Grande! Y desde luego, amo a Marcus Miller, especialmente por su trabajo con los dedos y por su labor compositiva. Él es uno de los mejores.
– ¿Ha tocado alguna vez el contrabajo?
– A.S.: No, no es mi instrumento (rie).
– Nosotros somos de las Islas Canarias, España ¿Conoce algo sobre nosotros? ¿Tiene algún conocimiento sobre la música española o músicos de nuestro país? ¿Quizás a Paco de Lucía, uno de los más internacionales?
– A.S.: Conozco España a través de la pintura, la literatura, la increíble arquitectura de Antoni Gaudí, su vino delicioso y, por supuesto, conozco la labor increíble de Paco de Lucía, que además murió recientemente en el año 2014 y ello me rompió el corazón. También sé que España tiene una de las audiencias que más respeta el jazz en Europa. Generalmente, sólo tengo experiencias positivas en las relaciones y en los encuentros con la gente de ese lugar. Estaré muy contento y honrado de llevar a mi banda alguna vez, ‘The Troubadours’, para actuar a las Islas Canarias o a cualquier sitio en España, algún día. Esperemos que con la ayuda de su programa de radio y su trabajo en redes, esto pueda darse alguna vez.
– Muchas gracias por su tiempo, ¿Quiere añadir algo a la entrevista? Mande un saludo a los lectores españoles de www.cancionaquemarropa.es
– A.S.: Querría agradecer especialmente a Héctor Martín por su entusiástico apoyo y por hacer posible esta entrevista. También querría agradecer a cada persona que dedicó algo de su tiempo para leer la entrevista y escuchar el último disco llamado ‘Beautiful Moments’. Por favor, sepan que nuestro trabajo duro nunca sería posible sin su generosa ayuda y el reconocimiento a la música jazz. No podríamos existir sin que ustedes comprasen discos, viniesen a nuestros conciertos y que les gustase todos los que hacemos. Por favor, manténganse seguros (risas) y esperamos verlos en nuestro próximo concierto.