Foto: Promocional. Los próximos días 11, 12 y 13 de mayo (21.30 horas), en el Bogui, nos preparamos para contactar con la sabiduría del navarro Pedro Iturralde.
Siempre es un placer reencontrarse con el cuarteto de una de las leyendas del jazz nacional, Pedro Iturralde. En esta ocasión, el maestro navarro regresa a su querido club de jazz para tres noches que volverán a dejarnos la magia y la maestría de un músico único y su fantástico grupo de reconocidos músicos.
Pedro Iturralde SAXOS Y CLARINETE
Mariano Díaz PIANO
Richie Ferrer CONTRABAJO
Daniel García Bruno BATERÍA
Por todo amante del jazz o de la música en general es conocido que el jazz que emana del saxofón y del clarinete de Pedro Iturralde sigue creando escuela desde que allá por los años sesenta del siglo XX su música quedara impregnada por el alma andaluza desembocando en el jazz-flamenco, una fusión de raíces que ha resultado venerada y fructífera. Su lucha por dar al jazz un estatus de primera división ha sido constante desde las aulas y desde los escenarios. Iturralde nos volverá a demostrar porque, junto con el gran Tete Montoliu, es el jazzman más laureado dentro y fuera de España.
Como se ha podido comprobar en sus brillantísimas actuaciones en Bogui Jazz, a sus jóvenes 87 años, se encuentra, gracias a su experiencia y maestría, mejor que nunca en su propuesta escénica.
El indiscutible maestro del Jazz «Made in Spain» regresa a su querido club de jazz de la calle Barquillo de Madrid para tres nuevas citas con su público, acompañado por otros tres músicos de puro lujo, sus acompañantes habituales, como son Mariano Díaz (piano), Richie Ferrer (contrabajo) y Daniel García Bruno (batería).
Como afirmaba el periodista José-Miguel Vila en la crónica de un anterior concierto de Pedro Iturralde Quartet en Bogui Jazz el pasado mes de noviembre, publicada en Diariocritico, «incombustible, resistente, ignífugo es don Pedro Iturralde (Falces, Navarra, 1929) pero, sobre todo, sigue siendo uno de los mejores saxos que ha dado el jazz mundial», en un concierto marcado por «una constante autoridad, elegancia, perfección, intensidad y rigor» del maestro de maestros.
«Desde 1967, con su ‘Flamenco jazz’, al lado de Paco de Lucía en la guitarra, su nombre no ha dejado de sonar en todos los festivales y clubes de jazz de todo el mundo», nos recuerda José-Miguel Vila. Con este proyecto acude al Festival de Jazz de Berlín, acompañado de Paco de Lucía. Allí encandila al público y a la crítica. Había nacido una nueva visión del jazz que marca un antes y un después en este género.