«Crisis financiera de 2008 y crisis covid19: cuídame de las aguas mansas, que de las aguas bravas me intentaré cuidar yo”
Aunque la crisis del covid19 se remonta al mes de diciembre de 2019 en China, en Europa se ha ido manifestando con toda crudeza durante los meses de febrero y marzo de 2020. En la medida que iban pasando los días y los meses, hasta llegar al mes de marzo 2020, las comparaciones entre la crisis financiera de 2008 y la crisis del covid19 iban creciendo. Sin embargo, en el mes de abril, todos los analistas coinciden en que las consecuencias de la crisis del Covid19 serán mayores. Al mismo tiempo, todos deseamos con fervor que se encuentre un remedio eficaz contra el coronavirus.
Al margen de lo anterior, y pensando en un futuro que no sea muy lejano, mucho me temo que los remedios y recetas de la crisis financiera de 2008 se intentarán aplicar a la situación originada por el coronavirus. Aquí no voy a reproducir los tópicos de aquella crisis de 2008, pero sí me gustaría que todos hiciéramos un ejercicio de reflexión sobre aquellos años y, muy probablemente, llegaremos a la conclusión de que el hilo común conductor de aquella época residía en que nos movíamos en unas coordenadas muy precisas: algo así como un tablero de ajedrez…
En EE. UU podemos encontrar ya declaraciones de significativas autoridades políticas en las que se reflexiona sobre el modelo productivo; y, concretamente, se preguntan cómo es posible que, en un país como el suyo, no sea posible la fabricación de forma masiva de una cosa tan aparentemente sencilla como una mascarilla. En la respuesta a esa pregunta encontraremos una de las dos claves en torno a las que girará el mundo en los siguientes años. Y digo dos claves. La primera clave está relacionada precisamente con el lugar donde se produzcan los bienes y su disponibilidad inmediata (no sólo los de tipo sanitario). Y la segunda clave residirá en el sistema fiscal internacional, esto es, en las barreras aduaneras que podrían condicionar los costes productivos y también la decisión de emplazamiento de la producción.
De forma divulgativa y, sin profundizar mucho en este aspecto, podemos decir que a nivel internacional se ha defendido la idea de no poner trabas al comercio internacional y deslocalizar la producción allí donde el coste sea el mínimo. Sin embargo, esta idea podría chocar con el nuevo escenario en el que parece que el coste de producción estará condicionado por más factores, con todo lo que conlleva ello.
Al hilo de lo anterior, no podemos perder de vista que Canarias está acogida a una serie de beneficios fiscales en torno a lo que se conoce como Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) que cuenta con todas las bendiciones de la Unión Europea. Este cuerpo de beneficios fiscales muy probablemente será pretendido por muchas regiones de Europa. Y, en este sentido, en Canarias, no partimos de cero y contamos con un instrumento muy valioso para combatir la crisis que se avecina. Sirva a título de ejemplo la labor que se viene haciendo desde hace años en la Zona Especial Canarias (ZEC) y que constituye un potente instrumento del Régimen Económico y Fiscal (REF) para incentivar la actividad productiva en Canarias en el contexto de la Unión Europea y del resto del mundo.
Por último, he encabezado este artículo como “Crisis financiera de 2008 y crisis covid19: cuídame de las aguas mansas, que de las aguas bravas me intentaré cuidar yo”. Me explico. Las personas solemos reaccionar mucho mejor ante un peligro evidente y que podemos ver o palpar. Sin embargo, no reaccionamos tan rápidamente ante algo que en un principio no logramos entender o ver, tal vez sólo intuir. Ahora bien, hay que estar atento a ambos tipos de peligro. Y acabo con una frase de Henry Ford: “No encuentres fallos, encuentra un remedio”.
Jaime Díaz Fraga es abogado en ejercicio desde el año 2004. Tiene su despacho en la Calle H. Rguez. González, número 4, (Tomé Cano) Santa Cruz de Tenerife.
Foto: Promocional.