Broker (en coreano, 브로커) es una excelente película del director Hirokazu Koreeda, nos llega de Corea del Sur y está protagonizada por una extraordinaria nómina de actores que ya vamos conociendo en Europa como por ejemplo la también cantante Lee Ji-Eun, llamada IU, Song Kang-ho -que ya fue premiado en Parásitos – o Gang Dong-won (Península, 2020).
Broker plantea de manera muy inteligente el drama de abandonar a un niño. Ese pedazo de carne sintiente, amable y que tiene como método de defensa el enternecer el corazón de todos. He ahí el valor de esta película que no ha gozado de la publicidad que se merece. El filme cuenta con una banda sonora sencilla que adorna la historia de manera
Koreeda nos sorprende con una historia pausible, sencilla, bien contada, con guion, sin ningún tipo de mecanismo estético más allá de los tradicionales y se sitúa a años luz de los kilos y kilos de CGI impostando que muestran otras películas que tienen más seguidores pero menos guion. Pero los fuertes de la película también están en la intimidad de saber usar una cámara, con una luz efectiva.
Si alguien está buscando un producto directo, leve y que se vaya con la misma velocidad de vértigo con la que entra, más vale que deje pasar Broker.
La sencilla banda sonora también se deja notar y es importante para tener los necesarios momentos de reflexión. No es que sea invasiva, pero da una sensación de calma en la cinta que es verdaderamente útil.
La película de Koreeda no juzga a los personajes que actúan en muchos casos como víctima de las circunstancias y que emprenden una huida cual road movie. Es la película perfecta de compañerismo forzado, camioneta que no cierra debidamente -de lo vieja que es- y a tirar millas y quemar goma. Los parajes de Corea del Sur hacen el resto. La persecución y la investigación es también realizada por personajes bien construidos y complejos. Ese es el fuerte del trabajo presentado, conectar con unas personas que tienen como nexo común el niño recién nacido que les ha robado el corazón a todos.
La venta de niños es una lamentable circunstancia que merece la mayor de nuestras iras pero Broker no viene a hacer un juicio sobre ninguno de los participantes en este ajedrez macabro. Broker viene a desordenar las piezas y revolver la historia.
Sang-hyeon, que es el papel de Song Kang-ho, es dueño de una lavandería y también capitanea un negro negocio de comercio de niños pero lo que éste y su socio de andanzas no esperaban fue que se enamoraran de su mercancía. Todos pagan su culpa. La yakuza y el poder en la sombra también están de manera amenazante en el film y cobran por sus crímenes.
No sé si correspondió sólo a la copia que vimos en la sala del cine, pero en el debe de la sesión se pudo sentir algunos cortes de sonido que no deberían haber estado. Nada muy molesto y fácilmente salvable y además pudo estar relacionado con la pista del doblaje al español o incluso al propio cine.
En definitiva, Broker es una película que requiere de paciencia, de que los acontecimientos se desarrollen sin prisa, de dejarse llevar por el viaje con las intrigas que se proponen, la música y finalmente deleitarse con ciertos momentos de concordia y de reconocimiento con el prójimo pero sin dejar de observar que los actos criminales tienen su respectiva respuesta punitiva. Buena manera de empezar el año.
Foto: promocional.