El nuevo álbum del pianista Bill Anschell, que ya supone el décimo en sus 40 años de carrera, Improbable Solutions reafirma la escena del jazz en Estados Unidos. Este es un disco de costa a costa , con música procedente del Este, Oeste y en el medio de los States, y también que incluye una buena serie de artistas aventureros, inquietos y súper creativos, como Anschell, a menudo dan giros repentinos y otorgan a sus fans , lo antiguo y lo nuevo, una salida estilística, una rareza creativa, que tiene el potencial de sorprender y deleitar. Improbable Solutions es precisamente ese tipo de trabajo, un giro inesperado para un (generalmente) pianista de jazz directo, aunque haya atravesado muchos caminos durante su vida arraigado en el jazz.
En esencia, el álbum es un trío de piano, ayudado e instigado por múltiples capas de electrónica, creando paisajes sonoros únicos. Anschell explica: “Trío de jazz más diseño de sonido electrónico es la mejor descripción que me viene a la mente. Se diferencia de otros proyectos de jazz que incorporan electrónica en que dediqué mucho tiempo a añadir múltiples efectos en la postproducción. Aunque no suele ser visible para el oyente, a menudo hay diez o más efectos en una canción determinada, que se ajustan estrechamente a las notas del trío».
El álbum es también un regreso al rock progresivo y a los sonidos electrónicos impulsados por sintetizadores que cautivaron a Anschell en su juventud. Su creador lo explica: “Crecí escuchando música pop, especialmente The Beatles, y primero aprendí piano por mi cuenta descubriendo cómo tocar esas canciones de oído. Luego, en la escuela secundaria, cuando escuché rock progresivo con sintetizadores por primera vez, sufrí lo que sentí como una epifanía musical. Eso me llevó a estudiar música electrónica analógica en Oberlin, donde también toqué el piano y el Mini Moog en una banda de rock.»
Continúa hablando nuestro protagonista, «Finalmente, a los 19 años, recibí mis primeras lecciones de piano; El foco resultó ser el jazz y nunca miré hacia atrás, hasta hace apenas unos años. Después de cuarenta años de carrera en el jazz, volví a los sonidos electrónicos y comencé a buscar nuevas formas de combinarlos con el jazz acústico. Y de eso se trata realmente este proyecto; incorporando sonidos electrónicos que nunca imitan instrumentos acústicos. Desafiándome a mí mismo para que pertenezcan al contexto más tradicional del piano, el bajo y la batería”
El disco cuenta con Bill Anschell (piano, composiciones, electrónica), Chris Symer (bajo acústico, bajo eléctrico, 5, 9), José Martínez (batería), Brian Monroney (guitarra, 1,3,4,6,9), Jeff Busch (percusión, 2, 4, 8), KJ Sawka (batería, 9)
Foto: promocional.