La cantante vasca Noa Lur y la canaria Carmela Visone dieron el punto de arranque del Festival de Jazz de Arona en la Plaza de la Pescadora de Los Cristianos, en el municipio sureño de Tenerife, Arona. Dos actuaciones y dos horas que fueron estupendas en cada uno de sus sendos estilos. La bahía de Los Cristianos abrazaba al público en la coqueta plaza, y la noche era ideal para disfrutar del Festival de jazz que toma su nombre del municipio, no del pueblo en donde se realiza.
Carmela Visone comenzaba de manera puntual, a las 9 de la noche. El menú era tremendo y suculento y estaba dispuesto para la concurrencia que llenó las sillas municipales a tal fin. El concierto de Carmela, a dúo, con el guitarrista de El Sauzal, Iván Rojas, consistió en repasar sus discos previos. La cantante nacida en Alemania pero afincada en Tenerife desde hace un buen tiempo , nos trasladó a una gran mezcla de soul, jazz y blues que brindó un punto inicial estupendo.
Canciones como My Power o Just an art, fueron algunas de las canciones interpretadas en la noche cristiansera. Animamos a repasar la discográfica de Visone, con trabajos como los mentados y también Inner Fight que merecen bastante la pena. 50 minutos intensos y estupendos que tenían un cierre exquisito.
Por su parte, la cantante Noa Lur acudió con un estupendo combinado dispuesto en quinteto. Se trataba de una banda muy competente y deliciosa. Lur contaba con Ander García, al bajo, David Sancho a las teclas, David Fernández a la batería y Tony Pereyra a la guitarra. Y como también hizo su predecesora en el micrófono principal, también repasó los temas más sobresalientes de su abundante y propia discografía. Uno de los factores más interesantes fue la ejecución de temas propios y no el uso reiterativo de estándares aunque alguno hubo.
La capacidad vocal de Noa Lur no dejó ninguna duda y el quinteto estaba tremendamente ensamblado, desde el primer momento. La combinación de ritmos euskeras dispuestos al jazz son un plan fascinante y único y además con una interpretación personal. De esta manera, Lur y la banda se hacía poco a poco con el respetable y hacía divertir a la plaza entera. Noa sabía como llevarse a la concurrencia de calle y había logrado incluso la participación del mismo, con un canto antifonal en grupo. Era, y ni lo sospechábamos la fundación de un nuevo colaborador del concierto “el coro de voces de Arona”.
Canciones como Troublemaker (que da título a uno de sus discos) o Badakit, fueron verdaderamente momentos de lujo y atesorables en el recuerdo.
Lur estuvo simpática durante todo la velada y jugó con el público todo lo que quiso. Esto último fue verdaderamente especial y dejó al público encantado. Finalmente se iba acabando el concierto y se tenía que cerrar la velada a las 11 de la noche. Sin embargo, en una decisión de libertad se rompió un tanto ese horario hasta las y cuarto (tampoco es que fuera algo que molestase especialmente al respetable). En ese momento nos regalaron una versión de Soul Eyes sencillamente épica y que sació el hambre de música en la noche.
En definitiva, estupenda noche de música que sirvió también para dar pistoletazo de salida e inicio del Festival de Jazz de Arona que hace brillar los grupos foráneos con el jazz local que es uno de los fuertes y señas de identidad de este evento. Esperemos que coja fuerza y siga con esta voluntad de aunar lo de dentro con lo de fuera.
En la foto: El quinteto de Noa Lur
Texto: Héctor Martín (Canción a quemarropa)