El octogenario director británico Ridley Scott vuelve a la carga con la segunda entrega de Gladiator, película protagonizada por Paul Mescal en el papel protagonista de Lucius, Denzel Washington como Macrinus y Pedro Pascal (Marcus Acacius) y Connie Nielsen como Lucilla.
Gladiator 2 es nada más y nada menos que un efectivo péplum, una de romanos como diría el otro y lo hace cumpliendo la mayoría de características generales del género. Scott, de esta forma, vuelve a la rueda vital de Máximo Décimo Meridio, sin Russell Crowe por la pantalla.
Gladiator 2 navega en el mismo surco de mar y vuelve a pasar por algunos de los capítulos de la primera entrega. Desde ese punto de vista, incluso se podría alguien podría definir esta cinta como un remake más que una segunda parte. No obstante lo dicho, puede considerarse el film como un poco más de aquello que hizo lo famoso, aquella frase “lo que hacemos en esta vida tiene eco en la posteridad”. Es como si Scott nos quisiera contar que ésta, su historia, fuese cíclica, que se repite continuamente en las sucesivas generaciones.
Trailer de la película
Desde el punto de vista de los actores, la cinta es algo irregular, tanto Mescal como Pascal están muy bien. Aunque éste último tiene un papel bastante pequeño y pudo habérsele sacado mayor partido. Por otro lado, Washington interpreta de manera genuina lo que la historia precisaba de él y está desatado. Es como si le hubieran dado carta libre y creo que realmente se acierta. Por su parte, nos cuesta algo más la labor de Nielsen. Era necesaria para que hubiera continuidad en el guion de lo sucedido hace unos años pero francamente está algo más irregular. En ocasiones, me la creo, en ocasiones no me la creo.
Fred Hechinger y Joseph Quinn que hacen de emperadores de bicefalia romana no están del todo mal en una especie de caricatura de la opulencia y de las faltas de escrúpulos. La locura en el poder.
Por su parte, el guion entretiene que es lo que siempre se le puede solicitar a un péplum. Una historia graciosa sin necesidad de ser un libro de Historia. Los personajes sencillos y eficaces y las cosas pasan en ocasiones porque sí. Y con cierta estratagema palaciega y con decorados (en esta ocasión a punta de cgi) algo exagerados. A lo mejor la película también peca de un metraje grande y algunas repeticiones que no le hace justicia.
En conclusión, Gladiator II de Ridley Scott es la vuelta del director a narrarnos una de romanos, sin mucha complicación y cine para quien quiere ir a pasarlo bien para casi toda la familia (alguna escena fuerte lo evita) siendo calificación R por su “intensa y sangrienta violencia”. Gladiator II es para llenar el depósito de cofufas y dejarse de buscar tres patas al gato. Dejarse halagar por lo visual, dejarse mecer por la intriga -aunque sea mínima y accesible – de palacio, romanos, césares y vasallos venidos a más y disfrutar de un Denzel Washington que se carga la película a las espaldas.
Fotograma del film