La cantautora y diva Carmen Souza vuelve a la carga con Port’Inglês (Galileo Music, 2024), su nueva propuesta para liderar el ambiente europeo del jazz y otras músicas. En este nuevo lanzamiento, Souza confirma la capacidad con la que ya brilló en anteriores entregas. En Port’Inglês vuelve a lucir un grupo que está verdaderamente testado y que entrega de sí todo lo que necesita para ser perfectamente atractivo.
La lisboeta tiene sangre de Cabo Verde y eso explota de manera mágica en este último trabajo. Su conexión con esas islas, que no olvidemos que son hermanas de las Canarias, se acentúa hasta el grado extremo y se traduce en pasajes ricos en jazz y de swing. Desde el punto de vista compositivo el álbum es genial. El título del álbum nos traslada al siglo XIX, a la capital de la Isla de Maio y su capital Villa de Maio en su anterior denominación, que da título al trabajo. Porto Inglês tenía como referencia el comercio con la sal y un enjambre económico que daba de comer a la tierra. También nos introduce lentamente en la Historia, es una cita con la independencia de Cabo Verde de su metrópolis, cuestión que tuvo lugar el 5 de julio de 1975, con Amílcar Cabral a la cabeza y su partido.
Para los músicos, la lusa vuelve a confiar en su escudero habitual, Theo Pascal y después van usando de manera sabia a todos aquellos que se cruzan y que son necesarios para la factura final. Músicos que en algunos de los casos son viejos conocidos de los directos de Souza. La conexión artística se muestra sencillamente vital para entender la música de este soberbio álbum.
Canciones como Pamodi, que puede ser nuestra favorita, o Francis Drum son muestra evidentes de la tela de lujo que se corta en cualquiera de las formas. En concreto nos queremos referir a Pamodi, la intro con la especialidad de Carmen realizando un scat como mandan los cánones, verdaderamente de escalofrío, que además luce unos meritorios solos de trompeta. Una genialidad de las que hacen época.
Es justo añadir que no es un disco canónico, Carmen tiene el acierto de añadir a su música una dosis importante de música de raíz. Es así hasta tal punto que brilla de manera especial. Desde ese punto de vista, la influencia isleña-portuguesa le dota de un color especial que viene como anillo al dedo. Como sol a la mañana de verano. Parece de una inseparable calidad. Las mañas de Souza no sólo se especializan en el jazz de manera plana sino que tiene fondo y sustento, y, porque no íbamos a incidir en ello; un especial carisma.
Para mayor abultamiento, Port’Inglês es también un compendio de música propia. Souza ya había desplazado a ciertos homenajes bien merecidos en los últimos años. Es de destacar, al respecto, excelentes discos como aquel The Silver Messengers que escuchábamos hace ya unas fechas. Sin embargo, este nuevo alumbramiento es también el contacto con nuevo material compositivo. Razón de más para disfrutar de la formación. Además de Carmen y de Theo, participan músicos como Diego Santos, Mark Kavuma, Zoe Pascal, Gordon Deschanel, Gareth Lockraine. A propósito, el dúo final de Souza y Pas’cal también son de los que hacen afición.
Además, Souza ha girado con este disco en todo el mes de noviembre por España (Sevilla, Vitoria, Almería) y Europa y según las crónicas este paso ha sido demoledor, unas victorias aplastantes. Nuestra única pena al respecto es que no hayan pasado por nuestras Islas, y haber podido disfrutar de la capacidad de esta banda. Atrás quedaron aquellas fechas de 2023 cuando aprovechamos su intervención en el Festival Internacional Canarias Jazz & Más, ojalá vuelvan a reverdecer ese contacto con el público canario porque este trabajo en vivo debe de ser vestido sobresaliente para un teatro a la altura.
Volviendo al CD que nos atañe, ataquen la posibilidad de degustar en formato físico este álbum que merece la pena su delicada degustación con un buen queso del país y quizás una copa de elixir mágico que rivalice con la música.
Foto: promocional