
Sin casi digerir la última fantasmagórica cinta de Steven Soderbergh (Atlanta, 14 de enero de 1963), Presence, nos vuelve a sorprender con otra pieza destacada y entretenida, Confidencial (Black Bag). Espías, el MI6 -sin nombrarlo- y la búsqueda de un traidor, condimentos suficientes para el disfrute tanto visual y con un reparto que da vértigo de lo bien que están todos en reglas generales. David Koepp se encarga del más que interesante guion y elabora una trama básica, que no va a revolucionar ningún sistema, pero interesante que entretiene al más avezado del público.
Confidencial (Black Bag) descansa en las eficaces y veteranas espaldas de Michael Fassbender y tiene como lugartenientes a Cate Blanchett (que comparte protagonismo) y otros nombres como Marisa Abela, Naomi Harris, Regé-Jean Page y Tom Burke que lo hacen de manera adecuada al compás de las exigencias de los primeros. La guinda en el pastel es la escueta labor de Pierce Brosnan (ex 007) que hace en esta ocasión de jefe de los agentes. Entre ese reducido número de personajes está el juego. Quizás quien nos desentona un poco es -contra todo pronóstico- Blanchett.
Soderbergh además no se va por los cerros de Úbeda, va a lo mollar, a lo importante y es que tiene suficiente con crear trama y tensión en una hora y media de directo y entretenido film. De todos modos, ¿No se trata de eso? De anclarte a la silla del cine, de emocionarte y crearte ciertas dudas razonables. Como en un cuento, te van dando migas de contenido, pedacitos de resolución del conflicto. Las cosas no son como parecen, las informaciones van siendo contradictorias y la intriga aparece de manera inevitable.
Desde el punto de vista formal, Soderbergh sigue en el que podemos considerar como un estado de gracia. El mismo director que brilló en los biopic del Che Guevara (Guerrilla y El Argentino) o en Traffic sigue siendo original y dirigiendo con la fuerza a la que nos ha tenido acostumbrado antaño.
Steven es brillante y da resolución allá donde esté el decorado. En ocasiones se enfrenta a escenarios de “mesa con tensión” y es capaz de transmitir la rudeza de los personajes y acabar de manera brillante cualquier circunstancia. Es realmente en esas circunstancias tan particulares cuando la película vale bastante más. Sienta a 5 ó 6 actores en una mesa de comedor y aprovecha la tensión verbal o actoral de todos introduciendo elementos de fricción entre todos que te atan a la silla. En esas circunstancias es verdaderamente interesante tener un buen guion pero hay que tener bastante destreza en la cámara y ser un director experto para dar con la tecla adecuada. El color es de un plomizo muy Inglaterra que también enamora. Hay unas escenas “de pesca” muy interesantes de igual modo.
Además Confidencial (Black Bag) no necesita escena de disparos innecesarios ni colas del guion que no vayan a ningún lado. La película se ancla en la realidad o, mejor dicho, en lo plausible. Dos muertes secundarias y otra: el culpable. No más. Insisto, el fuerte es otro: la tensión no resuelta entre los individuos funcionarios de la agencia de espías gubernamental.
En definitiva, no se pierdan, si pueden, esta nueva entrega del director Steven Soderbergh en perfecta coherencia con su anterior Presence, un doble programa ideal para una tarde noche en casi cualquier circunstancia. Elogiamos la duración del corte, de una nueva hora y media entretenida y rica en matices.
Lo bueno si breve, dos veces bueno.
Foto: promocional de la película Confidencial (Black Bag).